Viveza criolla

Miguel Méndez Guerrero

La corrupción no es solo de los políticos, la estructura social está podrida, cuando se justifican hechos que desdicen de la moral y la ética. “hace obra aunque robe” “busca amante porque quiere mejorar su situación” “es vivo y sabe negociar con los jueces y fiscales”…

El robo, la estafa, chantaje, saqueo, acoso, asalto, despilfarro, coima, abuso, mentira, farsa, engaño y así una lista de cualidades que adornan los noticieros. ¿Qué nos pasa?

La utilización del celular con cámara y video para filmar solo lo que hace daño, o encuentran la forma de dañar a personas de bien, ya que solo producen lo que les interesa; y quienes se dedican a esta sucia tarea tienen un historial de hechos corruptos.

Los presuntos delincuentes por “sapos” son bien vistos, son “vivos” como cuando adulteran certificados de salud psiquiátrica con otro nombre para hacer creer que ha sido agredida, para causar daño y quedarse con las propiedades del denunciado.

Se ha vuelto difícil confiar, se sigue saqueando al país y las funciones del Estado bien gracias. Se sigue engañando en esta sociedad y todos bien gracias. Seguimos aceptando lo que venga y de donde venga porque no queremos ser parte de una renovación.

Ya estamos en campaña y los menos capacitados para ejercer una función están en fila, con carpeta en mano para presentar a los partidos o movimientos la “varita mágica”, Pero los conocemos y sabemos “de qué pata cojean” y al final de cuentas como son los más “vivísimos” logran el voto popular sea en las urnas o en las dependencias en donde se presume, se negocian los puestos o ubicaciones. ¿Podremos cambiar? Está en nosotros hacer un mea culpa.

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