¡Vamos a barrer!

Adriana Ormaza Cuenca

Adriana Ormaza C.

 ¿Cuántas veces barre usted su casa? Cuidado con esta pregunta, aunque parece simple, oculta una verdad profunda. Barrer, limpiar y ordenar, pueden verse más allá del aspecto físico. Hermes Trismegistro, decía “Como es adentro, es afuera», frase que resuena hoy más que nunca en esta época acelerada.

Limpiar nuestro mundo externo nos parece algo tan habitual y necesario, sin embargo ¿qué hay del mundo interno? Me refiero a ese mundo donde guardamos nuestras alegrías, tristezas, sueños, pensamientos, pasiones, obsesiones, etc… Sí, me refiero al mundo emocional y mental. Así como barrer, trapear, fregar y mantener una buena ventilación en nuestra casa son actividades cotidianas necesarias, me pregunto ¿qué sucede con nuestro hogar interno? ¿Cuándo limpiamos y ventilamos nuestras habitaciones emocionales? ¿Qué tan transparentes son los lentes de nuestra mente? Si imagina su mundo interior como una casa, ¿qué es lo que está acumulando? ¿Tal vez existan bolsas de resentimientos o culpas que debieron ser desechadas hace mucho tiempo? ¿Imagina su mente como un jardín de ideas que florecen o por el contrario es un botadero donde todo se acumula y empieza a descomponerse?

¿Qué aroma tiene ese mundo interno? Para no permitir que las emociones negativas se acumulen como el polvo en las esquinas o los pensamientos se queden oxidados e incrustados, la limpieza emocional y mental se vuelve vital. En la Escuela de Filosofía Nueva Acrópolis, exploramos la relación entre lo físico, energético, emocional, mental y espiritual. Y los puntos de vista de las diferentes civilizaciones como posibilidades de crecimiento humano. Así que ahora cuando vuelva a barrer y limpiar su casa, vea más allá de lo físico y pregúntese: ¿Cuánto de su mundo interior está reflejado en cada rincón que ordena?

Nueva Acrópolis Santo Domingo