Solución de conflictos

Mesías Mestanza Solano

Mesías Mestanza Solano

¿Quién en materia legal no ha tenido conflictos judiciales que le hayan quitado la tranquilidad, poniendo en riesgo también la del entorno familiar? Muchas ocasiones, son cuestiones pequeñas que se pueden solventar con el diálogo y la voluntad de quienes están involucrados en el  problema.

Recordarán que hace algunos años, los juicios penales se terminaban ya sea con un sobreseimiento en favor del procesado, una sentencia confirmatoria del estado de inocencia o un fallo condenatorio, que de paso duraba mucho tiempo, dado que no existía un control estricto en los plazos y términos judiciales. Como las leyes avanzan conforme lo hace la sociedad y se desarrollan nuevas formas de delinquir, se han ido dictando normas legales para la rápida solución de los conflictos al tratarse de infracciones penales que contienen una pena de 5 años o menor, con pocas excepciones, dando lugar a la conciliación que terminará con la controversia, siempre y cuando haya el consentimiento de la víctima y del procesado. Esto no solo se da en materia penal, sino en muchas otras del orden civil, laboral y otras más, para lo cual, tanto nuestra Constitución, el Código Orgánico de la Función Judicial, el COIP y COGEP permiten la conciliación para la solución de conflictos, que se fundamenta bajo los principios de voluntariedad de las partes, confidencialidad, flexibilidad, neutralidad, imparcialidad, equidad, honestidad y legalidad.

Claro está que la solución de conflictos depende mucho de la educación de actores y demandados, y especialmente de sus abogados, quienes lamentablemente en muchos casos velan tan solo por sus propios intereses y no  por el de sus clientes.

En nuestro país, carente de cultura de familia, considero que hay más causas de alimentos que todas las  otras juntas, donde padre y madre litigan con una pasión propia de enemigos; el uno por no querer pagar una justa pensión alimenticia, y por supuesto,  la madre, en defensa  legítima de su prole. La paz social se construye dejando a un lado los caprichos y los vicios.

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