Sin desmayar

Rogelio Morales Cattani

Rogelio Morales Cattani

La lucha contra la injusticia se han tornado una necesidad, que debe comenzar por desterrar de la política a los mismos de siempre, a los eternos candidatos de las empresas electorales, así como liberarse de aquellos asesores y esbirros que se encuentran enquistados y han crecido como kikuyos en las instituciones públicas. 

La gente honesta está llamada a estar más activa, en un Estado como el nuestro, dónde la información es manejada con diversos intereses, o simplemente se calla y no se denuncia las arbitrariedades, injusticias y corrupción. La sociedad está cayendo en el quemeimportismo donde los “vivísimos” solo entran en pánico ante la posibilidad de perder sus canonjías, por esto, la independencia intelectual, no es negociable y la razón siendo atrevida, también debe ser modesta y recatada.

Voltaire, que trataba de escribir lo que el común de la gente pensaba, fue una persona controversial, ahí uno de sus méritos. Los marxistas lo consideraban demasiado conservador; los burgueses pensaban que era excesivamente crítico; los escépticos opinaban que era muy crédulo y quienes tenían muchas certidumbres, opinaban que era demasiado satírico. Así debería ser la crítica, constructiva y expresada en base a análisis concienzudos, sin convertirnos en sumisos o lambones que escriben de acuerdo a quien les alimenta, o de quienes pretenden obtener algún beneficio.

Siempre existirán personas malévolas que ejecutan acciones deplorables. El riesgo aumenta cuando los buenos comiencen a realizar acciones perversas, como cuando pretenden enriquecerse ilícita y rápidamente, repitiendo el discurso del: “yo no fui”, “no lo digo yo…,”, “ya estamos trabajando en eso, etc., frases mediocres que viven engañando y utilizando lugares comunes o “babosadas”, enunciadas por personas que no viven sino vegetan, que tienen una careta en lugar de rostro.

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