Legítima defensa

Mesías Mestanza Solano

Mesías Mestanza Solano

Es la reacción natural de una persona frente a la agresión de otra, a efecto de precautelar el derecho a la vida, a la integridad personal y a los bienes jurídicamente protegidos; estos derechos pueden ser propios o de terceros, siempre que concurran tres requisitos: Agresión actual e ilegítima, necesidad racional de la defensa y falta de provocación  por parte de quien actúa en defensa de esos derechos.

La Asamblea Nacional anterior, con escasos conocimientos del derecho, se demoró demasiado en tratar este tema trascendental para la seguridad, y lo que es peor, para llegar a lo ya existente, sin conceptos claros ni contundentes que garanticen a la institución policial y a los particulares el uso de  armas sin riesgo alguno.

La política criminal nos aconseja que las leyes tienen que avanzar tal como lo hace la delincuencia, precisamente para contrarrestar su peligrosidad. No es justo que al que defiende un derecho (policía o no), se lo reduzca a prisión en caso de que el victimario muera o presente lesiones graves.

El Congreso del Perú, en su Código Penal, ha hecho modificaciones a la ley que trata el uso de armas y legítima defensa: “Art. 20.- Inimputabilidad. Está exento de responsabilidad penal el que obra en defensa de bienes jurídicos propios o de terceros”… LEY CLARA y precisa. Entonces, por dios, copien de forma textual para que cambien la ley que trató la Asamblea que por fin se fue. ¡Ahora falta que copien mal!

La legítima defensa excluye la antijuridicidad; en otras palabras y para que entiendan nuestros legisladores, diré: Quien defiende un derecho gravemente amenazado no irá preso ni será condenado, porque estará protegido por la ley. Para hacer más fácil el entendimiento de la institución de la legítima defensa expresaré que es una eximente de responsabilidad.

Claro está que no podemos confundir este derecho con la búsqueda de justicia por mano propia, linchamientos o quema de presuntos delincuentes, porque aquello es asesinato. Sobra decir que en estos casos sí, nuestros ágiles policías llegan rapidito a salvarlos.

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