Orlando Amores Terán
El Ecuador devino en cloaca, desde que se instauró el narcoterrorismo en la década infame 2007-17 que no es «socialismo del s.XXI», peor aún, «populismo de izquierda», como eufemísticamente sostienen tergiversadores de la realidad.
Nunca antes hubo un asalto social y de bienes nacionales, que no es «movilidad socio económica», sino asalto social: porque la bazofia accedió al poder, por adherir a la organización criminal electoralizada, que no es «partido político de izquierda». En la historia ecuatoriana, nunca antes, el Estado dispuso del mayor ingreso fiscal, en una década, tanto de mayor bonanza petrolera, como de mayor sustracción de nuestro ahorro, a través de 68 «impuestos». Tuvieron 400.000 MUSD, que son más del doble de los ingresos que tuvieron los anteriores mandatarios desde García (1905) a Palacio (2006).
Gastaron de modo crapuloso, 90.000 MUSD, que no es «inversión pública», porque las obras fueron mal hechas y con sobreprecios de hasta el 70%, dicho por polit, el contralor de la infamia. Despilfarraron para atracar, 310.000 MUSD, que no es «obra pública inconsulta». El asalto provocó el surgimiento de «nuevos ricos»: mediocres, miserables, egoístas, cínicos, serviles a su amo, con un denominador común: inconmensurable capacidad para delinquir a través de «cargo, función o dignidad pública», que no es «trabajo», sino modo de parasitar y dilapidar el erario nacional.
Por último, denominan «Constitución» -pese a no existir, en el narco-Estado, división de funciones, porque todo se concentra en el CPCCS-; a una copia de la Carta chávez que se aplica en Venezuela, Bolivia, y se pretende imponer en Chile. Finalmente, en la banda presidencial que debería contener únicamente los colores de nuestra Bandera, se borda con hilo de oro el lema: «Mi poder en la Constitución»; y se jura por la Carta chávez que instauró el narco-Estado que destruye la Patria.
Tanto eufemismo, es una estupidez.