Henry Basurto Jimbo
Es evidente que los temas de coyuntura son los que ocupan las primeras páginas de los diarios, por los hechos mismos que suceden a nuestro alrededor, que nos llevan a ser críticos de lo que observamos y de lo que vivimos en el día a día. Esto, en cuanto a lo que una vez más nos saca de la normalidad de nuestras actividades y que nos hace vivir en un estado de incertidumbre ante los hechos violentos que se desbordaron desde el 09 de enero del presente año.
Se aplaude que las Fuerzas Armadas haga presencia militar en los diferentes puntos estratégicos en nuestro país, se aplaude el hecho de mostrar ciertos resultados que se esperaban se hagan en gobiernos anteriores, y se aplaude también que de alguna u otra manera se nos ha invitado a soñar de que es posible en el Ecuador poder ser libres de la violencia con un Estado que no se considere fallido.
Lo que no se aplaude es el hecho de no saber si las personas que han sido aprehendidas son las que controlan todo el crimen organizado, no se aplaude el hecho de no saber cuál será el castigo que reciban los que han ocasionado desmanes durante todos estos años. No se aplaude el hecho de no saber si esta gran incursión de las Fuerzas Armadas al territorio nacional es con el objeto de acabar con las extorsiones, el sicariato o el vil y cobarde asesinato de personas inocentes que nada tienen que ver en esta guerra.
Encarcelar a un montón de personas pobres no solucionará el problema del crimen organizado, pues esto hará que los presos incrementen su odio en contra del poder, aumentando la sed de justicia de mano propia, tomando las armas y llevándolas a la esfera política. No me sorprendería que ciertos grupos delincuenciales en el Ecuador se conviertan en guerrilleros, pues ahí sí se pueden someter a los Tratados y Convenios Internacionales, lo cual facilitaría que cualquier criminal pueda jurídica y políticamente ser presidente.