Sabemos que nos traicionó; que es mentiroso; inútil; para la elaboración de la Consulta, le asesoran agentes auspiciosos del «socialismo del s.XXI», que proponen «reformas» que no desarman la Constitución narco-comunista de la que fueron sirvientes; ha demostrado hasta la saciedad, que no le importa la cubanización de Ecuador y que su mediocre interés es concluir su mandato, colgar su retrato e irse, sin asumir el rol restaurador del Estado, que es por lo que votamos.
Nosotros no nos equivocamos, no tuvimos opción, pero en lo profundo de nuestros sentimientos, albergamos la esperanza de que sea coherente con su antecedente: empresario, democrático, cristiano. ¡Un fiasco! Sabemos lo que es. Nos corresponde salir del albañal en el que nos encontramos por la Constitución del 2008 que instauró: inseguridad, sometimiento a leyes diseñadas para favorecer el delito y proteger a los criminales, anulación de la fuerza pública, corrupción, impunidad.
Debemos enderezar el país: desarmar el andamio constitucional narco-comunista; reeducar a la fuerza pública en valores morales, cívicos, patrióticos, en contrainsurgencia, para que identifique al neocomunismo, como su enemigo natural al que tiene la obligación de neutralizar, no obedecer; reformar el COIP, para que: «No cometa infracción alguna, quien mata o hiere en defensa de su integridad personal, de otra persona, de bienes privados o públicos»; permitir el porte de armas, a la ciudadanía que no tiene antecedentes penales; incorporar a las infracciones imprescriptibles, el prevaricato, la traición a la Patria, y la investigación por parte de Contraloría, para establecer responsabilidades; eliminar el subsidio al crimen, mediante trabajo remunerado obligatorio a los presos, que paguen su estancia; eliminar el robo estatal al ahorro, a través de 68 impuestos, establecidos en la década infame; eliminar sueldos superiores al triple del SBU, a excepción de sueldos de profesores, médicos y fuerza pública. Si todos empujamos en la misma dirección, lo logramos. ¡Primero mi Patria!