Rápidos y furiosos

Diana Luzuriaga Vera

Como salidos de la saga televisiva rápidos y furiosos aparecen cada noche los recolectores de basura por nuestros barrios, dejando a su paso un desconcierto total. Estas personas hacen un trabajo tan mediocre e incongruente, que realmente molesta. Promulgan a todo volumen la frase “siempre limpia”. Pero la verdad es que no tienen idea de lo que significa limpieza.

Los responsables de la empresa que tiene a su cargo este contrato millonario de recolección de basura y por el cual pagamos todos los ciudadanos, deben tener presente que dentro de sus obligaciones para con este cantón, la principal es realizar una labor eficiente, para ello debe contar con personal capacitado.

Los pobres jóvenes recolectores, están expuestos a sufrir un accidente por la velocidad en la que deben trepar a los vehículos, pues los choferes parecen tener una roca en el acelerador que no les permite bajar la velocidad para que sus compañeros logren subir adecuadamente y así mismo cuenten con el tiempo necesario para hacer un buen trabajo, es decir recoger la basura.

He visto como por el apuro al tomar una funda con desechos se ha roto y todo ha quedado tirado en la calle o veredas, porque los conductores no esperan a sus compañeros para que puedan recoger y dejar limpio como corresponde. Estos señores ni se enteran, ellos van rápido y nos dejan furiosos a los ciudadanos.

Señor alcalde, señoras y señores concejales, hago un llamado público para que, en el ámbito de sus competencias tomen cartas en el asunto, los servicios públicos que recibimos los ciudadanos y por los que pagamos deben ser de calidad ¡No merecemos menos que eso! Cuando se quieren cambios, la resignación sobra.

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