16 años: ambiente

Verónica Narváez

Verónica Narváez Terán

En ambiente los esfuerzos están volcados en recuperar los recursos naturales del territorio, pero sobre todo en conservar los existentes. Para estos fines, en los últimos cinco años, ha surgido un impulso notable de la acción ciudadana, una acción colectiva que ha movilizado la gobernanza de una manera que, de ninguna otra forma, habría generado hasta ahora la obligatoriedad de articulación en las instituciones y ciudadanía (Mesa Provincial de Compromisos Ambientales y Cambio Climático), así también el trabajo de visibilizar a la provincia a nivel nacional en la gestión por la conservación y el trabajo activista inmerso en procesos de planificación y gobernanza. Todo, en un contexto básico de cimientos que ya se encuentran establecidos, pero aún son muy sensibles de la visión del territorio futuro.

En un escenario de prosperidad seguimos confundiendo la infraestructura gris con progreso, que groso error, que corta la visión, que penosa condición latinoamericana, querer recorrer los mismos pasos de los países de primer mundo que a costa de la destrucción de su naturaleza surgieron y solo años después valoran lo perdido o lo poco que queda. Obvio, muchos países potencias lo que hacen es cuidar sus recursos naturales a costa de   la explotación de los países que venden barato la selva y las montañas.

En nuestro caso, señores, la condena nos acecha cuando las numerosas concesiones mineras en la cordillera entren en su fase operativa. Decisiones tomadas desde los escritorios de la capital nos están condenando en la pasividad que piensan de nuestra provincia. Pronto nos veremos inmersos en una gran lucha, porque si algo ha ocurrido en estos últimos 16 años, es el surgimiento de generaciones comprometidas con la defensa de las montañas, el agua y el aire que nos pertenecen.

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