Decían que eran “de manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes”

Ugo Stornaiolo

 Se terminó el cuento del “lawfare” (persecución judicial con fines políticos) luego del juicio en Miami al contralor Pólit -el 100/100 y “simpatiquísimo”- y la prisión del exvicepresidente Glas, sacado de la embajada mexicana, aunque los mensajes vía X del prófugo en Bélgica y un acto, ridículo más que simbólico -con pañuelo en la cabeza- de la asambleísta Cuesta, muestran el desbande del aún activo correísmo (que sigue perdiendo legisladores). “Ganamos la consulta”, dijeron Correa (amargado) y la probable -en política no se sabe- candidata presidencial Luisa González.

Que eran “de manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes”. Fernando Villavicencio sostenía -años antes de su asesinato- que el correísmo es “una asociación para delinquir”. Pero para Correa “los corruptos son los otros”. Bélgica lo asiló por “reunificación familiar”, no por persecución política. Nadie en ese país dijo que lo acogieron “porque el gobierno ecuatoriano es corrupto”.

Con Glas y Pólit en la cárcel, Correa prófugo, los impresentables Patiño (un nuevo mexicano), Duarte, Rivadeneira, Buendía, Jarrín, Ochoa, los Alvarado, Solís y otros en cualquier país afín al socialismo del siglo XXI, el círculo rosa del que hablaba Fabricio Correa, se desgrana: manos sucias, mentes torpes y corazones fríos.

Hay elecciones en febrero. Aún podrían engañar a votantes amnésicos y ciegos que les creen y que, seguramente -por el voto duro-, los llevarán a segunda vuelta. “La gavilla de rufianes se desintegra”, decía Gonzalo Ortiz. A Petro le llenaron la Plaza Bolívar en Bogotá gritando “que se vaya”.

Cínicamente, Correa dijo que no conocía a Pólit, funcionario del gobierno de Lucio Gutiérrez, que le puso a RC la condición de que lo nombren contralor para tapar la corrupción del gobierno de la “rectificadora”, a cambio de que sus legisladores voten por la constituyente (reunida en Montecristi y que escribió el mamotreto que dio poderes totales a Correa).

Glosa borrada, delito cometido. Mecanismo usado durante la “década infame”. Sobornos, coimas, contratos, revisiones de precios, sobreprecios o negociados. Los mayores corruptos de la historia. Uno de ellos -el contralor 100/100 y “simpatiquísimo”- era muy exigente: todo en efectivo en una suite contigua de un hotel y fajos de billetes en carritos, cajas fuertes y de champán. Denunció a la comisión anticorrupción (Isabel, María, Julio César y Jorge, ya fallecidos) y se “fue a volver” de Miami, como el primo Pedro.