Orquestar el cambio

María Paz Jervis

La Cámara de Industrias y Producción (CIP) celebra 86 años. En el año 1936, 17 visionarios de las industrias —textil, harinera, cuero, tabacalera, cervecera, maderera, minera, entre otras— se organizaron para dar vida a la Cámara de Industriales de Pichincha cuyo objetivo, en ese entonces, fue enfrentar a la crisis ocasionada por la debacle de la producción cacaotera y fortalecer las relaciones comerciales con los países de la región.  Ahora somos una representación gremial a nivel nacional que da voz a 62 sectores productivos.

A lo largo de estas décadas son muchos los avatares y desafíos que hemos enfrentado y nuestro compromiso con el Estado de Derecho, la libertad de empresa y el desarrollo del Ecuador se mantiene intacto. También hemos asumido nuevas líneas de trabajo encaminadas a favorecer el crecimiento equitativo de toda la ciudadanía; como por ejemplo el apoyo a la erradicación de la desnutrición crónica infantil; o la intervención en proyectos de educación y desarrollo comunitario que favorezcan la movilidad social.

En mis primeras semanas al frente de la CIP, estoy conociendo de primera mano las buenas prácticas de varias empresas y su compromiso con el desarrollo del Ecuador. Escuchar su visión de país y sus ganas de trabajar, no solo por el crecimiento de sus negocios, sino por consolidar una sociedad más democrática, más justa y equitativa es muy esperanzador.

En esta línea de liderazgo cabe recordar los principios del capitalismo consciente, concepto desarrollado entre otros por el brasileño Thomas Eckschmidt, que propone que las empresas más exitosas son aquellas que tienen una causa y un propósito claro: buscan un cambio del mundo para mejor.

La CIP es un gremio con propósito que está orquestando el cambio desde hace 86 años y lo seguirá haciendo cada vez  con mayor determinación.