Erosión democrática

En una declaración de prensa, Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile, al diagnosticar la realidad de  América Latina, ha efectuado importantes reflexiones.

Luego de reconocer que la región está golpeada por crisis socioeconómica, de institucionalidad, democracia y medioambiente, agravada por la pandemia, de efectos catastróficos especialmente en los sectores más vulnerables, ubica al presente año como de aumento del riesgo político.

Puntualizó que el principal peligro es la erosión democrática, debido a que no hay cambios en los regímenes dictatoriales de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y que la calidad de las democracias en otros países ha venido deteriorándose, con el surgimiento de nuevos autoritarismos. Se refiere a líderes que llegan con las reglas de juego de la democracia y que, una vez que alcanzan el triunfo en las urnas y se posesionan, comienzan a debilitar la separación de poderes del Estado y a concentrar facultades, entre otros desvíos premeditados, como en la deriva autocrática que se puede observar en El Salvador.

El especialista no descuidó tampoco en señalar a la corrupción que ha hecho surgir economías ilícitas, afirmando, además, que es un problema de fondo y relacionado con la debilidad institucional que presentan algunos gobiernos. Acentuó la puesta del dedo en la llaga cuando se refirió a la primera etapa de la emergencia sanitaria por el coronavirus y en donde hubo licitaciones dudosas en la adquisición de equipos médicos, insumos, mascarillas, que degeneraron en escándalos.

Estos análisis ayudan a reconocer lo que sucede en varios países latinoamericanos y caribeños, con miras a buscar oportunas soluciones, comenzando por la elección correcta de representantes populares, no politiqueros, avalados por su capacidad, solvencia moral y ética.