En Imbabura 245 planteles vuelven a recibir alumnos de manera presencial

Planteles. En Imbabura, la mayoría de instituciones tienen todos los protocolos aprobados para el retorno seguro a clases. (Fotos: Ministerio de Educación)
Planteles. En Imbabura, la mayoría de instituciones tienen todos los protocolos aprobados para el retorno seguro a clases. (Fotos: Ministerio de Educación)

Dos instituciones educativas, de las que tienen los planes aprobados para volver a las aulas, presentan problemas de infraestructura y deberán esperar una nueva fecha.

Redacción IMBABURA

El regreso a clases presenciales será masivo desde este 7 de febrero de 2022.

Según el Ministerio de Educación, en los seis cantones de la provincia de Imbabura, al menos 50.000 estudiantes retornarán a las aulas, repartidos en 245 instituciones formativas que tienen aprobados los planes de continuidad educativa, permanencia escolar y uso progresivo de las instalaciones (PICE), en el contexto de la pandemia de COVID-19.

Provincialmente, dos unidades educativas presentan problemas en su infraestructura, por lo que deberán esperar para recibir a los estudiantes de forma presencial.

16 planteles con fallas

En la zona 1, que comprende las provincias de Imbabura, Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos, en total son 16 los planteles con fallas y problemas en sus instalaciones; mientras que a escala nacional suman 162, de las alrededor de 16.000 que existen en todo el país.

Desde el Ministerio de Educación afirmaron que, al tratarse de planteles que por falta de mantenimiento o por afectaciones causadas por lluvias no están en condiciones de ser utilizados actualmente, tendrán que implementar nuevos planes de contingencia y más específicos, para garantizar la continuidad de la educación de los estudiantes.

Específicamente, el bloque tres de la Unidad Educativa Ibarra, en la capital imbabureña, así como la Unidad Educativa César Borja, en Pimampiro, son los dos únicos planteles que deberán presentar nuevos planes, una vez solventados los problemas de infraestructura.

Toda la ruralidad a clases

La ministra de Educación, María Brown Pérez, explicó que, a escala nacional, el 77% de establecimientos cuentan con el PICE aprobado para el retorno a las aulas y que únicamente el 33% de estudiantes acude de manera presencial.

Detalló que para el inicio del segundo quimestre del régimen Sierra-Amazonía, que será desde el 7 de febrero de 2022, la obligatoriedad de asistir de manera presencial es para los estudiantes de bachillerato y básica superior.

De igual forma, todos quienes se encuentren matriculados en planteles educativos unidocentes, bidocentes o pluridocentes del sector rural, desde primer grado de educación general básica, hasta tercero de bachillerato, deberán acudir desde hoy a las clases presenciales.

Regreso voluntario en planteles urbanos

Para quienes estén matriculados en los niveles de básica elemental y media, en instituciones educativas urbanas, aún tienen la posibilidad voluntaria de decidir si la asistencia es presencial o virtual.

Sobre esta última opción, expusieron que las instituciones podrán organizarse y dividir a los estudiantes por grupos y horarios en jornadas diferenciadas, respetando el aforo máximo.

“Cuando un grado cuente con el 85% o más de estudiantes vacunados con dos dosis podrán retornar a la presencialidad al 100%”, detallaron desde el Ministerio de Educación.

Mientras que en el caso de los estudiantes de educación inicial y los centros de desarrollo infantil, tendrán una diferenciación acorde al semáforo en que se encuentre cada cantón.

“Cuando se encuentren en amarillo o verde asistirán de manera presencial y voluntaria respetando un aforo máximo, mientras que, en rojo podrán acudir con un aforo máximo del 50% calculado sobre la capacidad física disponible, con la alternativa de dividir por grupos a los estudiantes y en horarios diferentes”, expusieron.

Padres quieren que vuelvan a las aulas

Al ser consultados por LA HORA, cinco padres de familia coincidieron en que el retorno a clases presenciales es una decisión que consideran les beneficia en cuanto a lo educativo.

Para Marcela Romero, madre de un estudiante de tercero de bachillerato, las falencias por no tener asistencia al colegio no solo se ven reflejadas en los temas académicos, sino que va más allá y menciona la falta de interacción social, sin las salidas de campo y otro tipo de actividades que complementan el proceso educativo.

“Son alumnos que en dos años no han tenido giras de observación, no han trabajado en laboratorios, no han tenido exámenes presenciales, entre otros factores que son importantes no solo para el desarrollo escolar, sino como seres humanos”, dijo.

En las clases presenciales se debe respetar un aforo máximo de 2,25 m2 por persona en todos los grados y cursos.