El príncipe…

JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

Putin y su guerra absurda; de la publicidad que hacen las autoridades a la construcción o reconstrucción de tal obra en Esmeraldas, como si le dieran una bofetada a la población de Esmeraldas, en este momento de dolor, por el terremoto del 26 de marzo, que dejó centenares de familias sin casas, durmiendo en la calle; parece que el poder por más pequeño que sea inflama el ego de los gobernantes, y los hace indolentes, su cápsula en la que viven, no les permite percibir lo que está pasando en su comunidad, y en las personas que confiaron su voto, en busca de mejorar su calidad de vida.

Que coincidencia, el denominador común de todos  los dictadores en el mundo, es mantener a la población bajo niveles de pobreza y castigo que cause miedo, el primero para cuando entreguen un mendrugo de pan o una vivienda de caña, sepan que este es su salvador, y en los casos extremos de dictadores criminales, como Putin, Maduro, Kin Jong de Corea del Norte, para nombrar unos pocos, estos mandan a matar a cualquier ciudadano que se atreva a realizar una crítica a su régimen; el caso extremo, de un niño que salió con un cartel con la lectura patria o vida, fue condenado en Cuba a siete años de prisión, esto es una premisa para causar miedo y terror, para que los ciudadanos de un país, no se atrevan a reclamar o protestar, en caso contrario serán castigados.

Todos los dictadores del mundo se alimentan de lo que escribió Nicolás Maquiavelo en 1513, en su tratado de doctrina política titulado El Príncipe, publicado póstumamente en Roma en 1531. Así lo hizo Hitler en Alemania, cuando era un común ser humano, primero ofreció crear un partido nacionalista que garantizará trabajo y bienestar a los alemanes, cuando llegó al poder lo primero que hizo fue mandar a matar a todos los mendigos que dormían en las calles, y a los que él consideraba sus enemigos, y luego ya conocemos las consecuencias de la segunda guerra mundial; esto pasó en Cuba, Nicaragua, Venezuela, y Ecuador; cuando el grupo de demócratas que trabajaron en un proyecto político, le regalan la candidatura a Rafa, quien expulsó  del gobierno a sus aliados del partido Socialista, MPD y los Pachakuti.