Moradores de El Ollero piden seguridad y obra pública

Seguridad y obras es lo que piden los moradores de este barrio al noroeste de Ambato.
SITUACIÓN. Seguridad y obras es lo que piden los moradores de este barrio al noroeste de Ambato.

Más de 300 familias que viven en el barrio El Ollero, al noroeste de Ambato, piden seguridad y obra pública para mejorar su calidad de vida.

Este barrio, asentado en una ladera entre Santa Elena y Pinllo, se divisa desde el centro de la ciudad y a pesar de estar en un ‘lugar estratégico’ según sus habitantes, aseguran que cuenta con poca atención de las autoridades.

 

 

 

Los problemas del barrio

Las familias que viven en el sector hace más de 30 años, como Aida P., cuentan que deben lidiar con problemas de inundaciones, sobre todo en épocas de lluvia.

Señalan que cada año una o varias casas se afectan porque las alcantarillas colapsan debido a la fuerza del agua y en las calles aparecen huecos por las filtraciones, todo sin que nadie dé solución definitiva a dicho problema.

Aseguran que el problema se debe a que el suelo en el que están construidas las viviendas es irregular y explican que se sostienen entre ellos con la construcción de muros para que las casas tengan mayor firmeza.

 

 

EL DATO
El Ollero está a cinco minutos del centro de 
Ambato y conecta con Santa Elena y Pinllo.

 

 

En otros sitios del barrio hay pasajes sin asfaltar lo que también les genera malestar.

Para quienes viven en El Ollero otro de sus problemas es el que apenas cuentan con una cancha de uso múltiple que sirve para hacer deporte los fines de semana y en tiempos de fiestas es el escenario de varias actividades.

También, en las calles aledañas a la principal, existen acequias cerca de las viviendas y caminos improvisados que las personas han abierto con los años y piden que ahora se asfalten para tener una mejor circulación ya sea en vehículo o peatonal.

Uno de los muros de la calle Las Badeas, por las lluvias de mayo, se derrumbó por lo que los vecinos hacen mingas para sostener, con sacos de tierra, el ingreso del agua y evitar que la calle ceda y destruya completamente mientras esperan la obra municipal.

 

TOME NOTA 
Las inundaciones en tiempo de lluvias 
son frecuentes en este sector.

 

 

Un problema mayor

Manuel Mesías, otro de los moradores de El Ollero, dijo que todos estos males son menores, pues hay problemas de inseguridad por lo que piden atención urgente de las autoridades.

Mesías reconoce que este barrio siempre fue conocido como inseguro por el consumo de alcohol que hasta ahora existe, lo que genera riñas que los han puesto en peligro permanentemente.

Sin embargo, en la actualidad hay otros inconvenientes que otras familias denuncian, como la venta de droga-

 

 

CIFRA: 300 familias viven en la zona.

 

 

Moradores que prefirieron mantener su nombre en reserva para evitar represalias, cuentan que llegan personas de otros sectores en motos y carros, a la madrugada y se reúnen a libar y hasta a vender droga a personas de la zona.

Los habitantes afirmaron que la preocupación es cada vez mayor porque, inclusive los menores del barrio han sido tentados a consumir esto, sin que nadie pueda decir ni hacer nada por temor.

Algunos vecinos cercanos a los ‘puntos rojos’ (pasajes), como ellos los llaman, comentaron que ya han comunicado a la Policía sobre estos hechos, sin embargo, les pidieron evidencias como fotos y videos para que haya constancia.

 

 

EL DATO 
Se denomina El Ollero, porque en el 
sector vivían quienes hacían ollas.

 

 

Quienes viven en el barrio piden que se hagan rondas constantes y se instalen cámaras de seguridad para que se eviten más delitos como el robo de vehículos, asaltos a los transeúntes y venta de drogas.

En el sitio tan solo hay un par de cámaras de videovigilancia que fueron instaladas por los mismos moradores para cuidar sus bienes.


TOME NOTA
Como una campaña de regeneración hace cinco años 
se les pidió a los moradores pintar las casas de 
colores particulares, solo algunos lo hicieron.

 

 

Las autoridades

A decir de los trabajos que se proyectan en el lugar, Kléver Padrón, director de Obras Públicas del Municipio, dijo que mediante una mesa técnica se declaró en emergencia la zona donde hubo el derrumbe del muro para intervenirlo, así como en la vía afectada.

En cuanto a seguridad, este medio de comunicación intentó comunicarse con Fabricio Silva comandante de Policía de la Subzona Tungurahua, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.

Sin embargo, los moradores del sector señalaron que los uniformados hacen rondas nocturnas por la zona y asisten a los llamados de emergencia, pero requieren de más atención. (CNS)

 

 

Análisis

Lautaro Ojeda, analista en seguridad manifestó que hay sitios donde se genera mayor inseguridad no solo delincuencial, sino de todo tipo, pues existen varios factores sociales que coadyuvan a que esto suceda.

“El consumo de alcohol, la falta de espacios en buen estado para la recreación, las condiciones económicas y socioculturales pueden influir de cierta manera para que se cometan todo tipo de delitos en zonas que han sido descuidados o no son intervenidas a tiempo por las autoridades”, recalcó Ojeda.

Añadió que el trabajo debe ir más allá de lo ornamental y deben generarse espacios para que la colectividad realmente cuente con un sitio en el que se sienta contenta de cohabitar con sus similares, pues esa sensación de bienestar genera que las personas también busquen los medios para mantener sus barrios ordenados, limpios y se agrupan para darse seguridad.