Fiestas clandestinas, espacios atractivos e inseguros para adolescentes

Este fue un evento al que llegaron las autoridades el sábado.
Procedimiento. Este fue un evento al que llegaron las autoridades el sábado.

“Yo sí he ido a fiestas clandestinas, es que la verdad estar en la casa llega a ser aburrido, ya estuvimos tanto tiempo confinados”, asegura Melany, nombre protegido, quien es menor de edad y cursa el primer año de bachillerato.

“Tengo una mala relación con mi padrastro, así que prefiero salir, si la Policía llega a interrumpir el baile, simplemente salgo corriendo, porque es quedarme o que mi mamá después me rete”, insistió la adolescente.

Algo similar relata Isaac, de 16 años, quien sostiene que en el 2021, dos veces asistió a este tipo de fiestas clandestinas.

“En una sí llegó la Policía y me escapé. Es que nos dijeron que nos llevaban y nos botaban gas, pero más que el miedo a eso, me daba miedo que luego les cuenten a mis papás que son locos y me han de dar con un cable”, contó el menor.

 

Todo tipo de fiestas

A través de las redes sociales y bajo falsas invitaciones de cumpleaños, así es como se organizan las fiestas clandestinas que aglomeran a decenas de menores de edad.

Durante el 2021, un total de 12 fiestas clandestinas fueron intervenidas, logrando la recuperación de 149 menores de edad, que posteriormente fueron entregados a sus representantes legales.

 

EL DATO
Según el Código de la Niñez y Adolescencia (CONA), en su artículo 79, 
numeral 1, reza el derecho a la protección de los menores que se 
encontraran en situación de riesgo.

 

Hasta el domingo 23 de enero de 2022, dos fiestas ilegales fueron descubiertas por la Policía, una en Izamba, donde se rescató a 14 adolescentes, y otra en Ficoa, donde se abordó a 28 menores.

Mientras que desde la Intendencia de Tungurahua se informó que el sábado 29 de enero, al menos 600 personas fueron desalojadas de fiestas clandestinas, conciertos y eventos deportivos multitudinarios que se organizaron en Martínez, Ficoa y Tilulún, en donde también se encontraron a menores de edad.

 

Realidad social

Para Jhosel Mina, psicóloga especialista en comportamiento de infantes y adolescentes, la reacción de los menores es propia de su edad.

“No podemos satanizar la necesidad y los deseos de nuestros jóvenes en querer divertirse, es decir, no es malo ni impropio que sientan esa atracción. Lo que sí está mal es que estos muchachos no tengan espacios para este tipo de distracción que pueda ser controlada y supervisada”, dijo la especialista.

Mina asegura que, “los tiempos ya no son los de antes, pero el gusto y la curiosidad de un adolescente va a ser siempre la misma de antes y la de hoy, es importante tomar en cuenta el estrés al que están siendo sometidos a su edad y enfrentando una pandemia, los padres deben ser muy cuidadosos sí, pero también analíticos a la hora hablar sobre este tema”, indició.

 

Hubo una propuesta

Alex Valladares, concejal de Ambato, quien anteriormente se desempeñó como Intendente, aseguró que, en cuando desempeñó dicha función, realizó una propuesta que permitiera a los adolescente organizar las conocidas ‘humaradas’ o ‘matinés’ en locales seguros y destinados para ese fin.

“El objeto era tener espacios seguros autorizados de ocio y esparcimiento para jóvenes, sin consumo de bebidas alcohólicas”, explicó Valladares.

Además, comentó que el objetivo era evitar las fiestas clandestinas sin autorización y con acceso a licor.

En la actualidad los adolescentes buscan estas ‘caídas’, ya que no hay sitios autorizados para que puedan divertirse. (MAG)

 

En las fiestas clandestinas se suelen encontrar botellas de licor.
Evidencia. En las fiestas clandestinas se suelen encontrar botellas de licor.

Riesgo

Desde la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niñas, Niños y Adolescentes (Dinapen) de Tungurahua, Tito Bustillos, sargento de Policía y encargado de la unidad, asegura que, como agente investigador, ha logrado detectar algunas de estas invitaciones camufladas de cumpleaños, que en realidad son eventos clandestinos.

“Los menores son convocados a estos lugares que en muchas ocasiones son cuartos cerrados en donde se aglomeran entre 200 y 400 personas, sin mascarilla y expuestas a todo peligro”, sostiene el uniformado.

Según Bustillos, a estos sitios también van mayores de edad, y ellos como agentes especializados lo que hacen es precautelar la integridad de los menores, para que no sean víctimas de abuso sexual, agresiones y otros peligros.

“Por eso, cuando llegamos a estos lugares, lo primero que hacemos es conversar con los adolescentes, si salen corriendo tenemos la consigna de no seguirles porque pueden generarse otros incidentes, además, de que no están cometiendo ningún delito como para iniciar una persecución”, afirmó el uniformado.

Sin embargo, destaca que la razón por la que los menores optan por alarmarse con la presencia policial, es porque el procedimiento consiste en abordarlos hasta llevarlos a un lugar seguro y entregárselos a sus padres.

“Nosotros los abordamos, les explicaos que al llevarlos no están saliendo en calidad de detenidos y que les estamos rescatando de peligros”, sostuvo Bustillos.

 

 

Proceso de entrega de menores

El procedimiento a seguir consiste en el abordaje a los menores de edad, quienes son considerados víctimas, siendo trasladados hasta una zona segura, donde aguardan junto a agentes de la Dinapen, hasta que sus familiares sean notificados y lleguen por ellos.

Los miembros de la Policía entregan a los adolescentes con un acta de entrega de responsabilidad. Los representantes son informados sobre el lugar y las condiciones en las que fueron encontrados sus hijos, luego de las recomendaciones del caso, son puestos a buen recaudo al cuidado de sus familiares.