‘Los fenicios del nuevo mundo’

Una de las tiendas de la época de 1920 en el centro de la ciudad.
Comercio. Una de las tiendas de la época de 1920 en el centro de la ciudad.

El comercio y la industria de la ciudad han dado a los habitantes de Ambato varios calificativos que son reconocidos a nivel nacional, esto gracias a todo el trabajo que se realiza desde hace siglos atrás.

El historiador ambateño Jorge Ortiz afirmó que en algún momento a quienes residían en la ciudad los conocieron como los ‘fenicios del nuevo mundo’, esto como una comparación con los habitantes de Fenicia que era un lugar dedicado al comercio.

“Ambato es un pueblo que vive por y para el comercio, antes la feria era únicamente los sábados, luego la cambiaron al domingo, luego al lunes, pero ahora son los siete días”, comentó.

EL DATO
Jorge Ortiz Miranda es Miembro Correspondiente de 
la Academia Nacional de Historia.

 

Comercio y asociación

Ortiz afirmó que el origen de la tradicional feria se dio en el tiangues de Ambato, que es el nombre indígena que se le da al sitio donde se realiza el intercambio comercial, este espacio estaba constituido en lo que  ahora es conocido como el Parque  Montalvo.

“Pero la feria interrumpía el servicio clerical en la iglesia Matriz, entonces se llegó a un acuerdo para pasarlo a otra parte y el tiangues del Parque Montalvo se fue a la plaza de San Bartolomé, luego llamada plaza 10 de Agosto en 1892 y posteriormente Parque Cevallos”, aseguró Ortiz.

Uno de los aspectos que sobresalen en la historia de la ciudad y que demuestran el carácter comercial de Ambato es la fundación de la Cámara de Comercio, que nace en 1928 durante el gobierno de Isidro Ayora que decidió gravar varios impuestos a la actividad comercial.

“El ambateño que siempre ha sido rebelde tuvo la idea de crear un organismo que los defienda, a la cabeza se pone un italiano Domingo Romano, quien reúne a un grupo de amigos en el teatro Viteri, nombran como presidente a Aurelio Soto Valdivieso quien fue el propietario de la primera botica de la ciudad”, comentó Ortiz.

Domingo Romano es parte de la historia comercial de la ciudad como impulsor de la organización, pero también del comercio a través de sus negocios, en especial de uno de los más reconocidos como fue el cine Roma en el lugar en donde está hoy está la Mutualista Ambato, para luego también instaurar el teatro Inca, que a decir del Historiador son los primeros de la ciudad y principales influencias de lo que se convirtió en la industria del entretenimiento.

Productos y movilización

Ortiz contó como dato especial que existía un movimiento comercial interesante alrededor de dos plantas medicinales de las cuales se desconocía el nombre. “A la una la llamaban la hierba del Mayorga y a la otra la hierba del Mosquera, debido a que estas crecían en los terrenos de estos señores”.

Un acontecimiento importante para la ciudad, su comercio e industria fue la llegada del tren, pues esto posibilitó que las distancias se acorten y que lleguen más personas hasta la ciudad.

“El ferrocarril llegó a Ambato el 12 de noviembre de 1907, fue muy esperado, Riobamba se fue a la huelga porque iba a pasar por las cuatro esquinas y no entraba a la ciudad, paralizaron todo y obligaron a que el tren tenga que darse una gran vuelta”, aseguró.

El tren llegó con Eloy Alfaro, quien fue gran amigo de Alfonso Troya, hombre de negocios de la ciudad. “Esto cambió todo, los pueblos de la Costa podían comunicarse con la Sierra, antes todo se hacía a lomo de mula, viajar por varios días para luego irse en barco de vapor desde bodegas hasta Guayaquil, con el ferrocarril se abrió el comercio y el turismo”, comentó.

Ortiz contó que existieron tres tipos de viajes en ferrocarril, el directo que salía a las 07:00 desde Quito a  Guayaquil, el mixto que hacía varias paradas incluido Ambato y cuyo viaje duraba dos días, y el tren de carga que solo llevaba materia prima y productos.

“Llegaban hasta Ambato todos los productos típicos de la Costa, hasta caucho, y de aquí se enviaban papas, mellocos, todos los productos agrícolas, además, de que la gente de la Costa venía a pasar aquí para evitar las épocas de lluvia, venían a Ambato y muchos se alojaban en el hotel Vivero, en las Palmas de don Francisco Mosquera, allá llegaba la gente y Ambato era tan lindo que podían caminar a todas horas, además, de probar todas las delicias de los mercados “, comentó.

Ortiz aseguró que un puntal importante del comercio en la ciudad ha sido desde siempre la gastronomía, y prueba de esto es que en 1768 el presidente de la Real Audiencia de Quito, Dionisio Alcedo, probó el pan de Ambato y declaró que es el  mejor del mundo.

TOME NOTA
En el terremoto de Ambato fallecieron alrededor de 6 mil
personas y otras 100 mil se quedaron sin hogar.

 

El terremoto

Otro de los eventos que resultan importantes en la ciudad es el terremoto de 5 agosto de 1949. “Yo tenía ocho años fuimos a la estación del ferrocarril luego del terremoto, a las 14:10 ocurrió el terremoto, pero a las 16:00 ya se escuchaba que gente vendía secos de chivo, caldo de gallina, despertó el comercio a las dos horas”, aseguró.

Ortiz contó que se esperaba que el lunes 8 de agosto, luego del terremoto, no haya feria, pero en contra de los pronósticos se podía ver a cientos de comerciantes con sus productos sorteando los escombros para llegar hasta el centro de la ciudad.

Otro de los acontecimientos que según Ortiz marca el comercio de la ciudad es la Fiesta de la Fruta y de las Flores, que en su primera edición fue organizada por el Centro Agrícola Cantonal y su presidente Ernesto Miño, que en 1951 contó con una exposición industrial y una ganadera, lo que con el tiempo significó ingresos importantes para el turismo, poniendo a la ciudad dentro del mapa de las actividades familiares y artísticas en el Ecuador.