Extranjeros aseguran que las generalizaciones les generan preocupación

Los migrantes aseguran que llegan a Ecuador en busca de un mejor futuro y la gran mayoría son gente honesta.
Petición. Los migrantes aseguran que llegan a Ecuador en busca de un mejor futuro y la gran mayoría son gente honesta. (Foto archivo EFE)

Venezolanos en la provincia piden a las autoridades tomar acciones en contra de sus compatriotas que han cometido actos delictivos. Recuerdan que una gran mayoría de ellos son gente honesta y que busca en el país un lugar para sobrevivir.

Gritos como “fuera los venezolanos”, “ellos son los que han traído consigo la inseguridad”, entre otros se han vuelto comunes entre la población de varios cantones y parroquias del Ecuador.

Tungurahua no es la excepción y en Pelileo, luego de que el 14 de noviembre de 2023 un policía fuera asesinado en fuego cruzado contra una banda de extranjeros, la población del cantón pidió que este particular se tome en cuenta para que los foráneos puedan mantenerse en el cantón.

TOME NOTA 
Hasta agosto de 2023 en Ecuador habían registrados 475.000 venezolanos, los que representaban alrededor del 6% de la población de 7,7 millones de venezolanos emigrantes.

 

Una dura realidad

Para Yerlein Díaz, quien vive en el país desde hace cuatro años, si bien es cierto hay varios de sus compatriotas que se han estado envueltos en actividades delictivas, una amplia mayoría son gente honesta que tuvo que “huir” de su tierra en “busca de un plato de comida”. “No es correcto generalizar, no todos somos malos o delincuentes”, agrega la mujer.

“Yo soy ingeniera comercial, pero caminé como todos, sin papeles y con apenas mi cédula y la de mis dos hijas, para llegar a Ecuador y reunirme con mis dos hermanos. Queríamos irnos a Perú pero este país se convirtió en una bendición para nosotros, a tal punto que pudimos traer a nuestros padres para que no estén solos en nuestro país (Venezuela) en donde no tenían ni para comer”, cuenta la mujer de 31 años.

Recalca que ella y toda su familia “somos honrados, al inicio sí pedimos caridad y vendimos fundas y caramelos en las esquinas, pero ya desde hace más de dos años nosotros trabajamos, a tal punto que uno de mis hermanos como contador, hace trabajos para varios emprendedores y mi otro hermano mi mamá y yo hacemos comida y postres para vender”.

Por eso asegura que “no se puede poner a todas las personas en el mismo saco y decir que todos somos delincuentes, pues a nosotros mis padres nos enseñaron a no coger nada que no sea nuestro y a trabajar duro para conseguir un plato de comida”.

Este mismo sentimiento de indignación, por la generalización de todos los venezolanos, se mezcla con el de temor para Rémulo Borra, de 45 años, quien vive en Ecuador desde hace 11 años y en Ambato desde hace seis, pues asegura que el acceso a la internet y las redes sociales hacen que las cosas malas son mucho más prominentes y se viralicen, lo que finalmente afecta a su imagen y por ende a sus posibilidades de empleo.

Como plomero, Rémulo hace trabajos en varias ciudadelas del norte de la ciudad y teme que el rechazo hacia los venezolanos pueda cerrarle algunas puertas.

“Nunca he tenido ningún tipo de problema con quienes me contratan, pero ahora cuando llego a alguna ciudadela, si es cerrada, me revisan todo al entrar y salir para ver si no me voy llevando algo y eso más que incómodo es denigrante y doloroso porque yo no soy delincuente”, puntualiza el hombre.

EL DATO 
Ecuador tiene la cuarta población emigrante venezolana más grande del mundo, después de la de Colombia, Perú y Brasil según la organización Migration Policy Institute.

 

Cuidado con la xenofobia

Para el sociólogo Miguel Ordóñez es importante que desde las autoridades no se exacerbe, ni se promueva la idea discriminatoria de segregación hacia los extranjeros de cualquier nacionalidad.

Recuerda que Ley de Movilidad Humana de Ecuador, de 2017, otorgó protección sustancial a los migrantes humanitarios y a las víctimas del tráfico y la trata de personas.

“Esto no implica que la justicia no tenga que tomar acciones ejemplificadoras frente a quienes han venido al país a delinquir, pero no solo a los venezolanos, sino en contra de todos quienes transgredan las leyes, pues si el aparato judicial ecuatoriano actuase de manera eficiente, la sensación de temor en la que vivimos los ecuatorianos disminuiría, pues sabríamos que las mafias serán sancionadas sin importar su lugar de origen”, añadió el sociólogo.

Recalcó que las generalizaciones no son buenas y abren las puertas a actos de xenofobia y discriminación en contra de los migrantes, pues “no se trata de decir fuera venezolanos, los expulsamos e igual vamos a tener delincuencia porque este tema es más complejo y se debe ‘atacar’ a las reales vertientes de esta problemática que tienen que ver con que, el Estado cree las condiciones adecuadas para satisfacer las necesidades de sus habitantes y de quienes vean en el país una oportunidad de progresar”. (NVP)