Perfumes, ambientales, champú, entre otros productos son elaborados por emprendedores de Salasaca con plantas nativas.
Champú, jabón, perfume, ambiental, entre otros productos biosaludables hechos a base de tzawar y otras plantas nativas de Salasaca son elaboradas por emprendedores de esta parroquia de Pelileo.
Este emprendimiento empezó a desarrollarse desde 2020, actualmente alrededor de cinco personas trabajan en este proyecto.
Productos
Franklin Caballero, encargado de este emprendimiento, dijo que lleva varios años investigando y analizando las plantas sagradas que existen dentro del pueblo Salasaka.
“Al aplicar como perfume, estos productos bloquean las malas energías”, dijo Caballero, además, tienen otras propiedades curativas y medicinales.
Agave y ruda, también se utilizan para estos productos que son elaborados y envasados de manera artesanal.
Estas plantas, según su creador, tienen la capacidad de evitar el mal aire, ayudan a repeler los insectos y a concentrar las buenas energías.
Para comprar este tipo de productos se puede comunicar 09 59 60 90 01.
“Se recomienda aplicar viernes y martes que son días en los que la naturaleza emite todas sus bondades y nosotros las absorbemos”, aseguró Caballero.
Actualmente los emprendedores no cuentan con un local físico para exhibir y vender los productos, sin embargo, se espera en los próximos meses acondicionar un espacio para las ventas.
Para comprar este tipo de productos se puede comunicar 09 59 60 90 01. Los precios varían entre tres dólares hasta 45 dólares.
Plantas
Franklin Caballero contó que las plantas que se utilizan en la elaboración de los cosméticos son cosechadas por los mismos emprendedores.
De las raíces del tzawar es posible sacar champú. Además, de las pencas se extrae un gel que utilizan las mujeres de Salasaca, razón por la cual tienen el cabello muy largo, además, con ese material se pueden fabricar ‘shigras’, bolsos pequeños hechos con fibras de la cabuya.
Uno de los productos más importantes que se extrae de esta planta es el ‘tzawar mishki’, el mismo que es reconocido a nivel nacional.
“Antes no había azúcar como ahora, nuestros ancestros lo usaban para endulzar las coladas de cebada pelada y como un jugo medicinal”, indicó.
Esta bebida por la cual se realiza un festival de cultural cada año es tan nutritiva que cura el dolor de estómago, mitiga el cansancio, elimina las toxinas del cuerpo, refresca los riñones, el hígado, el sistema linfático y combate la depresión. (RMC)