En Tungurahua en los últimos 11 años se han perdido 15 mil hectáreas de páramos

La reforestación de los páramos con especies endémicas es una medida para conservar estos ecosistemas.
Cuidado. La reforestación de los páramos con especies endémicas es una medida para conservar estos ecosistemas.

La incursión de la ganadería, los incendios forestales y la contaminación son algunas de las causas que generan este problema.

Según los expertos en Tungurahua se pierden alrededor de mil hectáreas de páramos anualmente, lo que genera preocupación entre las autoridades y activistas ambientales.

El cruzar la frontera agrícola para la ganadería, los incendios forestales y la contaminación generadas por las personas, son parte de los problemas que causan que estas reservas naturales no renovables se pierdan en la provincia.

El ingeniero ambiental Daniel Cepeda menciona que la gente debe entender y hacer conciencia de que los páramos son ecosistemas estratégicos indispensables, porque en ellos nace el agua dulce que sirve para el consumo humano.

Su conservación ayuda a hacerle frente al calentamiento global, ya que apoya el control del dióxido de carbono ya que lo retiene en su subsuelo.

“Estas son algunas de las razones por las que tanto las instituciones públicas como las privadas deben destinar recursos para su conservación”, agregó Cepeda.

El ambientalista recordó que en el artículo 50 de la Ley Orgánica de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales se prohíbe el cambio de uso de las tierras rurales destinadas a la conservación, así como el avance de la frontera agrícola en los páramos no intervenidos ubicados sobre los 3 mil 300 metros sobre el nivel del mar.

Con ello recalcó que se establece que las actividades agrarias que estén dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas cumplirán la normativa establecida por el Ministerio de Ambiente.

“No podemos negar que se ha intervenidos las áreas de páramos, no sólo entre Tungurahua sino en toda la zona Andina, por lo que se deben reforzar los controles porque entendemos que la extensión es muy grande, por lo que los planes de inversión social deben ser bien enfocados en las zonas altas para que los comuneros no vean en la explotación de los páramos una forma de sobrevivir”, mencionó Cepeda.

 

TOME NOTA
La demanda de agua potable en Tungurahua es de unos mil 930 millones cúbicos al año, mientras que las fuentes provinciales solamente tienen capacidad de mil 156 millones de metros cúbicos al año durante estiaje.

 

Realidad local

Gerardo Nicola Garcés, presidente de la Fundación Inkana Natural y exsecretario técnico del Fondo de Páramos, señaló que realizaron un estudio que arrojó que entre 2012 y 2023 la mancha de páramo en Tungurahua habría disminuido en alrededor de 15 mil hectáreas.

En el mismo estudio se explica que las mejoras viales generadas en las zonas altas de la provincia no sólo fueron vistas como una oportunidad de movilizarse con mayor facilidad por parte de los comuneros, sino que con ello también fue más fácil introducir ganado en zonas cada vez más cerca o cruzando la frontera de áreas protegidas.

Nicola comentó que aunque la visión de los ecosistemas páramos ha cambiado en los últimos 50 años, es necesario que se impulsen planes reales de  conservación para evitar la pérdida de estos ecosistemas.

“Este es un trabajo de todos, quienes vivimos en las zonas bajas debemos entender que si no ayudamos al cuidado de los páramos en una o dos décadas vamos a sufrir de déficit de agua en niveles escalofriantes, mientras no entendamos que sin páramos no hay agua la situación no va a cambiar”, agregó Nicola.

Tanto el Presidente de Fundación Inkana Natural como el ambientalista Cepeda ven en la forestación un arma fundamental para la recuperación de estas áreas naturales.

Pero aseguran que no se trata de sembrar por sembrar, sino de poblar de especies endémicas cada piso climático, es decir que para los páramos  andinos de Ecuador está el frailejón, el chuquiragua, el pumamaqui, los árboles de papel , entre otras especies.

 

EL DATO
La cadena montañosa de los Andes posee más del 80% de los páramos del mundo.

 

Acciones de protección

Carlos Tabares, director de Recursos Hídricos y Conservación Ambiental del Gobierno Provincial, especificó que esta unidad cuenta con un presupuesto de alrededor de 2 millones 300 mil dólares para los 40 proyectos de manejo que páramos que impulsan actualmente.

Estos involucran a más de 70 comunidades de las zonas altas de Tungurahua, de las que únicamente un 10% incumplirían con el respeto de la franja agrícola.

Tabares adicionó que el Gobierno Provincial también está analizando el proyecto de adquirir páramos a las comunidades para que así sea la misma población la que se encargue de cuidarlos.

“Nosotros mantenemos activos todos nuestros planes de conservación , pero la gente también tiene que entender que la franja de páramos de Tungurahua es muy extensa y por eso todos debemos poner nuestro esfuerzo para cuidar estos ecosistemas tungurahuenses”, finalizó el funcionario. (NVP)

 

 

Desde lo legal

La Ley Orgánica de Ambiente (LOA) de Ecuador contiene varios artículos que protegen los páramos y otros ecosistemas frágiles.

Así en el artículo 68 se establece la protección de los ecosistemas frágiles y vulnerables, así como la conservación y manejo sostenible de los mismos.

En la misma LOA y el Código Orgánico Integral Penal (COIP) se establecen sanciones según la gravedad del daño en contra el medio ambiente. Los infractores pueden enfrentar penas de prisión.

Además, el Estado está en la obligación de  imponer multas económicas como parte de la pena para aquellos que causen daño a los páramos.

Quienes generen estos daños pueden ser obligados a financiar y participar en programas de restauración para rehabilitar las áreas de páramo dañadas.

Mientras que en casos graves, los infractores pueden ser inhabilitados para ejercer ciertas actividades relacionadas con el medio ambiente o la gestión de recursos naturales y como una medida adicional, los activos utilizados para cometer el delito pueden ser confiscados.