8 de cada 10 emprendedores trabajan en condiciones precarias

La situación económica del país ha hecho que se generen varios emprendimientos.
REALIDAD. La situación económica del país ha hecho que se generen varios emprendimientos.

Son cerca de las 04:00, aún no se escucha ruido en el sector, pues mientras todos duermen Oswaldo Caiza, de 32 años, ya está de pie. Alista todo en su pequeña panadería para empezar la jornada laboral.

Asegura que su rama de negocio le obliga a madrugar para contar con producto fresco desde antes de las 06:00 de cada día. Su jornada se extiende hasta las 21:00, es decir trabaja 16 horas.

“No me había dado cuenta en realidad, que trabajaba tantas horas”, reconoce el emprendedor que no solo se enfrenta a las largas jornadas de trabajo, sino que, además, apenas si saca 400 dólares líquidos como sueldo para él, pues asegura que todos los ingresos se van en materia prima, pago de arriendo, servicios básicos, pagos de créditos y más gastos que vienen por añadidura en su negocio.

Como él son miles de trabajadores independientes, emprendedores que en algún momento soñaron con ser sus propios jefes y que al hacerlo han precarizado mucho más sus condiciones laborales.

 

Realidad 

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) a mayo del 2022, en Ecuador existen 3,8 millones de trabajadores que laboran de forma independiente o autónoma, sin embargo, de esta cifra solo 696 mil personas laboran en condiciones adecuadas, es decir con al menos un salario básico, de 425 dólares, 40 horas de trabajo a la semana y seguro social.

De acuerdo con las estadísticas el ingreso laboral promedio de un trabajador independiente o por cuenta propia en Ecuador es de apenas 325 dólares al mes.

 

3,1 millones de trabajadores independientes trabajan con salarios menores 
que el básico, sin seguro social y en precariedad.

 

Para el economista Hernán Prado, esta realidad que viven los emprendedores se viene dando desde hace varios años, pero que se agravó con la crisis económica que dejó el paro del 2019, la pandemia en el 2020 e incluso el último paro nacional generado en junio del 2022.

“Varias personas se quedaron sin un empleo adecuado, y a la falta de oportunidades laborales deciden emprender sin un capital, lo hacen generando ingentes deudas que a la final terminan por absorberles, sin mencionar que lo hacen sin una planificación adecuada, sino como una respuesta a la desesperación y la necesidad”, comentó. (FCT)