Los vellos de sus brazos se erizaron. No había visto a su pareja en dos días. Con miedo, emoción, angustia y premura avanzó por el pasillo después de que su nombre se escuchara en los altavoces.
“Cuando la vi, fue un sentimiento único. Fue como enamorarte sin haberla visto antes”, recuerda Jean Pierre Flores sobre el momento en que conoció a su hija.
Él tiene 22 años y hace nueve meses es papá. Su vida se transformó en medio de la pandemia.
“Hoy por hoy, tengo dos trabajos y me he convertido en un cambiador de pañales experto”, ríe antes de continuar con su relato.
Sobre sus primeros días como padre dice que “fueron una mezcla de sensaciones. Estaba muy emocionado y a la vez preocupado. Fue en realidad cuando noté todo el tiempo que necesita un bebé”, dice.
Uno de los primeros retos en los que tuvo que trabajar junto a su esposa es lograr que su pequeña beba leche materna. Cuenta cómo varios días tuvo que desvelarse junto con la madre para acompañarla en el proceso e incentivar a su pequeña. A esto le siguió el aprender a cambiar pañales y adaptarse a sus hábitos de sueño.
“De repente me veías a las 03:00, paseando a la bebé para que vuelva a dormirse”, cuenta entre recuerdos.
Su primera labor como padre, reconoce, fue conseguir trabajo para poder solventar los gastos de su nuevo hogar. Mientras lo hacía, también aprendía cómo actuar en su nuevo rol.
“Fueron días difíciles, porque nadie te enseña a ser papá. De repente te acuerdas los consejos que te daba tu madre o tus tíos, pero no lo facilitan. El ser papá es como que te dejen de repente en un bosque con una bebé, unos pañales y un biberón; y de ahí tú te arreglas por tu cuenta”. Este es un reto que afronta a diario junto a su pareja.
Cuando se convirtió en padre, Jean Pierre estaba cursando su cuarto semestre en la Universidad Central del Ecuador. Hoy, cuenta con una voz calmada, está por terminar su quinto ciclo.Y para lograrlo se ha tenido que dividir entre el hogar, el trabajo y los estudios.
Nuevas formas de ser padre
Han sido varios retos, incertidumbres y alegrías los que Jean Pierre ha tenido que afrontar durante los últimos nueve meses. Sin embargo, reconoce que se ha apoyado de una herramienta a la que padres con mayor experiencia no tuvieron acceso: el internet.
“Mi esposa entró a un grupo de Facebook de madres jóvenes y se unió a la comunidad”, acelera el ritmo de su voz durante la explicación. En este espacio ella y otras madres subían las fotos de sus hijos y compartían sus problemas y preocupaciones. Entre ellas se daban consejos y “a veces también se asustaban al reconocer problemas que sus hijos ya habían pasado”, ríe.
Cuando su pareja le comentó de estos espacios, él también optó por buscar uno que le permitiera sentirse apoyado en la travesía de ser padre.
“Entré a Facebook y busqué: padres jóvenes. Allí me aparecieron algunos grupos”, pero no se conformó con el primero. Ingresó en un espacio donde encontró a padres de toda Latinoamérica que viven una situación parecida a la suya.
Este espacio virtual no solo le ha ayudado a tomar consejos de ellos. También ha logrado identificarse con otras personas que quizá viven sus mismos conflictos, alegrías, momentos y dudas diarias. Esta ha sido una forma de no sentirse solo en esta nueva experiencia. “A veces sabes que un tal Andrés, de Argentina, tuvo ayer el mismo problema que tu; o viceversa. Eso ayuda mucho”.
No solo este espacio le ha servido de apoyo. Él también ha recurrido a otras plataformas, canales de videos y fuentes de información para ser un mejor padre.
Como todo un veterano, aconseja a los nuevos padres: “Tranquilos, todo va a salir bien. Las cosas se van dando de a poco y el aprendizaje es constante. Si están preocupados o ansiosos recomiendo mucho unirse a grupos de Facebook o diferentes comunidades de personas que viven lo mismo”. (ECV)
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