SIP advierte que los gobiernos están fallando en promover los valores de una prensa libre

Cuba, Venezuela y Nicaragua los países con mayores restricciones a la Libertad de Expresión y de Prensa. Foto: SIP

Al cierre de la 79ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de la Prensa,(SIP), la organización concluyó que existe un debilitamiento en la democracia en América y una erosión en las libertades de expresión y de prensa.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), finalizó este domingo su 79ª Asamblea General en México, luego de revisar a lo largo de cuatro jornadas la situación de la libertad de prensa en el continente.

Durante las jornadas se buscaron alternativas para fortalecer el papel de los medios de comunicación en el sostenimiento y fortalecimiento de la democracia.

La SIP concluyó que varios gobiernos del hemisferio están fallando en la promoción de ¨los valores republicanos de una prensa libre¨.

Dentro de sus conclusiones se evidenció el debilitamiento de la Democracia y la erosión de las libertades de expresión y de prensa, así como la falla en los nuevos gobiernos de la región en «la promoción de los valores republicanos de una prensa libre».

Concluyeron además que el fortalecimiento de los autoritarismos y del crimen organizado en la región, se han convertido en los factores que más afectaron a la libertad de expresión y de prensa.

Según el índice de Chapultepec el índice de Libertad de Expresión cayó globalmente en la región, ubicándose en el nivel más bajo registrado hasta la fecha. El índice determinó que el país con mayor libertad en América Latina es República Dominicana, mientras que Cuba, Venezuela y Nicaragua fueron los países con mayores restricciones a la prensa.

A continuación, el texto íntegro de las conclusiones de la 79 Asamblea:

«El debilitamiento de la democracia en América este año arrastró su sombra infaltable: la erosión de las libertades de expresión y de prensa. El inicio de nuevos gobiernos y varios procesos electorales en la región fallaron en promover los valores republicanos de una prensa libre.

A nivel general, el recrudecimiento de las dictaduras, el fortalecimiento de los autoritarismos, el crimen organizado y la debilidad económica fueron los factores que más afectaron las libertades de expresión y de prensa en la región.

Dos fueron los símbolos de esta situación durante la 79ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Ciudad de México.

Por un lado, el Índice Chapultepec de Libertad de Prensa y Expresión en las Américas cayó a su puntaje global más bajo registrado a la fecha. República Dominicana lideró el ranking, mientras que la tabla la cerraron, otra vez, Cuba, Venezuela y Nicaragua. Por primera vez figuraron cuatro países en la categoría «en alta restricción»: Bolivia, El Salvador, Guatemala y Honduras.

El segundo hecho significativo del encuentro fue que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y su gobierno en pleno, desairaron a la prensa del continente al no asistir a la inauguración de la asamblea, como es tradición de los presidentes de países anfitriones. La precandidata opositora a la presidencia de México, Xóchitl Gálvez, firmó la Declaración de Chapultepec.

Durante la Asamblea General se celebraron los 30 años de la Declaración de Chapultepec y los cinco de la Declaración de Salta. Sobre esta última, se acordó un proceso de consulta con expertos en libertad de expresión y nuevas tecnologías y periodistas durante el próximo año, con la esperanza de actualizarla hacia la 80ª Asamblea General, que se realizará en Córdoba, Argentina, en octubre de 2024.

La asamblea resolvió, a través de una resolución, solidarizarse con Acapulco y Guerrero tras la devastación que dejó el huracán Otis. También se acordó pedir al gobierno de México no intentar acallar ni modificar la cobertura de medios y periodistas durante la tragedia.

En un entorno de debilitamiento del negocio de los medios, la asamblea discutió estrategias de generación de nuevos ingresos y audiencias, además de ratificar la importancia de continuar la lucha por derechos de propiedad intelectual respecto de plataformas digitales y motores de inteligencia artificial. Asimismo, se pidió a Google ampliar su licenciamiento de contenidos a través de Showcase, ya existente en Argentina, Brasil, Colombia y México, a otros países como Perú y Chile.

Siete periodistas fueron asesinados: tres en México, dos en Guatemala, uno en Colombia y uno en Haití, entre no pocos otros atentados contra la vida. Pero la violencia no terminó allí. Incrementó el número de periodistas exiliados, con al menos 25 nuevos casos registrados: en El Salvador, 15; en Ecuador, cinco; en Nicaragua, tres; uno en Bolivia y uno en Paraguay. Los arrestos continuaron: cuatro en Cuba, dos en Nicaragua, tres en EE. UU. y uno en Guatemala. Siete periodistas fueron secuestrados y luego liberados.

Los países más golpeados de la región fueron otra vez las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela. Continuaron los arrestos, secuestros y exilios, así como restricciones en el espacio digital.

Persistieron las amenazas contra anunciantes privados en la prensa independiente, las clausuras de medios y la anulación de concesiones televisivas y radiales. «El ejercicio del periodismo en Nicaragua es un crimen», dijo Juan Lorenzo Holmann, del diario La Prensa, desde EE.UU., donde reside tras haber sido liberado de prisión.

En el apartado de países con alta restricción, en Bolivia se vive la etapa más crítica de la libertad de prensa desde los años 1980. En este país, así como en El Salvador, Guatemala y Honduras, persisten los embates de sus presidentes y gobiernos contra el periodismo independiente, el acoso tributario, las sanciones económicas y judiciales, los daños materiales a las instalaciones de medios y amenazas a anunciantes. No faltaron iniciativas legislativas para «legalizar» la represión. Más de 100 asesinatos de periodistas permanecen impunes.

Siete países componen el grupo en restricción. Todo ellos –Perú, México, Ecuador, Colombia, Paraguay, Argentina y Brasil– sufren un incremento del crimen organizado, la delincuencia común y el narcotráfico, mafias que atacan a la prensa con cada vez mayor saña. Elecciones y nuevos gobiernos han ido y venido en cuatro de estos países este año; sin embargo, el trabajo de la prensa se ha vuelto incluso más riesgoso.

El presidente Andrés Manuel López Obrador continúa con su discurso hostil contra la prensa; el candidato argentino Javier Milei protagonizó más de una veintena de ataques verbales contra periodistas; en Colombia Gustavo Petro tilda a la prensa de mentirosa, y en el Perú el gobierno de Dina Boluarte intentó, sin éxito, crear el delito de instigación de disturbios contra quienes –incluyendo comunicadores– informaran sobre protestas que terminaran en violencia.

Mientras México continúa siendo el país más violento de la región para el ejercicio de la prensa, desde este año Perú carece de instituciones públicas comprometidas con las libertades de expresión y de prensa, tras la intervención del Congreso.

Y en todos, la publicidad oficial se maneja con opacidad y existen restricciones para el acceso a la información pública.

Entre los países de la categoría «baja restricción», se observa en Panamá, Jamaica, Guyana y Surinam, así como en Puerto Rico, que la principal traba al periodismo provino de la obstrucción en la entrega de información pública. También hubo intimidación. En Costa Rica, un fallo de la Corte Constitucional permite ahora enfrentar la estigmatización de periodistas desde el poder, tras un agravio del presidente Rodrigo Chaves.

En EE. UU. se arrestó a tres periodistas. Se allanó un medio de comunicación y continuaron demandas por difamación. Continúa la persecución contra Julian Assange, fundador de WikiLeaks, una afrenta contra la libertad de expresión.

En Canadá, el gobierno aprobó una ley que permite negociaciones colectivas entre plataformas digitales y medios de comunicación como compensación por el uso de su contenido informativo. En represalia, Meta bloqueó el acceso a noticias en Canadá y Google amenazó con acciones similares.

En el proceso constituyente chileno se acordaron garantías para la libertad de expresión y la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley para la protección y seguridad de periodistas. En Uruguay el Senado busca ofrecer incentivos fiscales a medios impresos.
República Dominicana es este año el único país donde impera la libertad de expresión. No registró casos graves contra periodistas. El presidente dominicano Luis Abinader hace comparecencias públicas continuas para rendir cuentas frente a la prensa.

La Asamblea General efectuó un emotivo homenaje al director ejecutivo de la SIP, Ricardo Trotti, quien hoy deja el cargo, posición que asume Carlos Lauría».

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