Taxista detenido por la desaparición de un joven relató cómo le pagaban para escopolaminar personas

Hernán Mendoza salió el 26 de enero hacia un bar en la Pradera, norte de Quito, y no regresó.

En el caso de la desaparición de Hernán Mendoza, un taxista fue detenido y confesó cuánto le pagaban por escopolaminar a personas que frecuentaban una zona rosa, al norte de Quito. La familia de Mendoza sigue buscándolo.

Por 50 dólares, un taxista escopolaminaba a personas que salían de bares de una zona rosa, al norte de Quito. Así lo relató Franklin A., conductor de un taxi involucrado en delitos de robo y quien estaría detrás de la desaparición de Hernán Mendoza, quien salió de su casa el 26 de enero de 2024 y no volvió.

El detenido sería parte de una banda que operaba en el sector de la Pradera, hacia donde fue Mendoza y no volvió a su casa. Por el pago de 50 dólares, Franklin A,  drogaba a los pasajeros de su taxi y los llevaba a cajeros automáticos. El pago al taxista lo hacia una banda que le proveía la escopolamina.

Los relatos sobre la versión de Franklin A., los hicieron familiares y amigos de Mendoza quienes el 14 de febrero de 2024 protestaron en la Plaza Grande exigiendo al Gobierno respuestas y efectividad en la búsqueda. 

Abandonó a Hernán Mendoza en Guápulo

El conductor dijo a la Fiscalía que el 26 de enero subió a su taxi Hernán y su amigo. Los drogaron y luego intentaron sacar dinero de cajeros automático sin éxito. El taxista señaló que fue entonces cuando los abandonaron en el puente de Guápulo. 

Este no era el primer caso, pues – según la Policía– la banda operaba desde hace un año abordando en el taxi a personas que salía de bares.

Joven murió de hipotermia tras ser escopolaminado

El caso de Mendoza no es el único. De hecho, en octubre de 2023, la muerte de un joven que salió a festejar el triunfo del equipo Liga Deportiva Universitaria de Quito, reabrió el debate sobre la seguridad y los problemas que se relacionan al servicio que ofrecen los taxis en la ciudad.

El hecho ocurrió la madrugada del 29 de octubre. Tras celebrar el triunfo del equipo local con sus amigos, el joven abordó un taxi para regresar a su casa, pero nunca llegó a su destino.

Su cuerpo fue hallado ese mismo día por la mañana en el sector del Itchimbía, en el centro de Quito. Según las autoridades, estaba sin documentos de identificación ni teléfonos móviles.

Los amigos de la víctima relataron que las cuentas bancarias del joven fueron vaciadas, lo que ha llevado a las autoridades a sospechar de la escopolamina, una droga conocida por su capacidad para incapacitar a las víctimas y robarles sus pertenencias.

La autopsia reveló que la víctima sufrió un edema pulmonar provocado por hipotermia, lo que se atribuyó a las condiciones climáticas adversas de la madrugada, que incluyeron lluvia y bajas temperaturas.

 

 

 

Muerte de joven reabre debate sobre el control a taxis