Quito saca la peor calificación en el Índice de Libertades Económicas en las Ciudades Ecuatorianas

El intervencionismo municipal y la carga tributaria asfixia la economía de las urbes ecuatorianas. La capital saca 36 sobre 100.

Si vive en Quito y, en sus labores diarias, siente que es difícil hacer empresa y la economía está estancada, o que la infraestructura y los servicios no son los adecuados para una capital, una de las razones de fondo está en la falta de libertad económica.

Quito, según el primer Índice de Libertades Económicas en las Ciudades Ecuatorianas ILECE – EC, es la que peor calificación sacó en una muestra de 13 urbes nacionales (con más de 100.000 habitantes).

Un análisis, en el que se toma en cuenta temas como el desempeño económico municipal, la magnitud de la plantilla municipal, la intervención en la economía y la presión fiscal que aplica, da como resultado una ciudad endeudada, poco productiva y que financia una estructura pública que debe evaluar su eficiencia.

Exceso de burocracia

Quito es la ciudad peor evaluada, con un puntaje de 36 sobre 100, lo que significa que tiene una libertad económica deficiente.

Su deuda per cápita es de $485, lo que casi duplica el promedio de $271. Solo Esmeraldas tiene una deuda per cápita más alta de $645.

Esa deuda es resultado directo de una estructura con el mayor número de burócratas en el Municipio (10.503 personas), incluso más del doble que en Guayaquil, y el mayor número de empresas municipales (12). Según el informe, “a mayor número de empresas municipales, menor libertad económica”.

La capital saca los peores resultados en intervencionismo económico municipal, con 6,75 sobre 22,5 puntos posibles. Esto tiene que ver con la poca apertura a la inversión privada para concesionar servicios que podría manejar de manera más eficiente en áreas como de alumbrado público, recogida de residuos, abastecimiento de agua potable, parques y jardines públicos, y tratamiento de residuos.

Por otro lado, la capital también reprueba en el tema de la presión fiscal municipal, con un puntaje de 4,95 sobre 27,5 puntos posibles.

“Es la ciudad que más recauda por concepto de tasas e impuestos, es la que más recauda por concepto de impuesto predial y es la segunda ciudad con mayor presión fiscal a las actividades económicas, solo por debajo de Cuenca”, de acuerdo con el ILECE – EC.

En las áreas como desempeño económico municipal, donde se evalúa el peso que representa el presupuesto municipal para el sector privado, el número de empresas domiciliadas en la ciudad, y el monto de subvenciones o subsidios municipales, entre otros. Quito saca 13,50 sobre 27,5 puntos posibles.

Así, la intervención municipal en la economía de Quito se traduce en distorsiones e ineficiencias que traban el clima para hacer negocios y la prosperidad económica.

Tal como publicó LA HORA, nada de lo que se da desde el Estado, sea Gobierno Central o Municipio, es gratis y su costo muchas veces termina asfixiando la iniciativa privada.

Actualmente, en medio de la crisis fiscal en el Gobierno Central, se vuelve ineludible exigir una revisión real del gasto, y la calidad de este, en todos los municipios del país, comenzando por Quito.

“Los municipios también malgastan mucho dinero. Creo que todos los ciudadanos de Quito vemos la barbaridad de trámites, de controles, de exceso de gente y de trámites que hay cuando nos relacionamos con el Municipio” ha dicho Pablo Lucio Paredes, economista y docente de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ)

Problema estructural

A partir de los datos presentados en la investigación, avalada por la Fundación para el Avance de la Libertad, Usaid y la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, ninguna de las ciudades analizadas alcanza niveles de libertad económica plena.

De las 13 urbes evaluadas, Quito es la ciudad peor evaluada, mientras que Babahoyo es la mejor puntuada.

En lo que respecta al desempeño económico, la mayoría presenta niveles significativos de endeudamiento, lo que podría aumentar las presiones para cobrar más impuestos, sin que eso se traduzca necesariamente en mejoras en la calidad de vida.

En relación con la presión fiscal municipal, el informe también concluye que la mayoría de las ciudades experimentan una alta presión fiscal y, al mismo tiempo, tienen un número limitado de empresas domiciliadas.

“Incluso las ciudades con una baja carga impositiva tampoco logran atraer un mayor número de empresas, lo que podría deberse a otros factores como la tramitología y la burocracia”, asegura la ILECE – EC.

En general, Ecuador como país tiene una baja calificación en libertad económica, lo que se traduce en escasa inversión y generación de empleo. (JS)