Con el algodón de una toalla hacen tres tampones, una práctica que genera infecciones vaginales. Lo hacen por falta de recursos para comprar productos menstruales que en Ecuador no se entregan de forma gratuita.
¿Cómo vive el periodo menstrual una mujer pobre, en un país como Ecuador donde no se entregan toallas sanitarias, ni tampones de forma gratuita?
La respuesta a esta pregunta se recongen en algunos testimonios del programa ‘100 Preguntas Rojas’, liderado por Lilibeth Acuña, estudiante universitaria, quien recopiló testimonios que dan cuenta de la pobreza menstrual en el país y la desatención del Estado.
Hacer de una toalla tres
Existen mujeres que al no contar con recursos para una menstruación digna empiezan a racionalizar. “Cortan una toalla sanitaria y con el algodón se hacen tres tampones y esto no es indicado para introducirse en el canal vaginal, lo que hace que se queden residuos y provoquen infecciones”, detalla Acuña.
Tania vive en Manabí y tiene tres hijas de 19, 15 y 10 años. “Yo soy viuda, no tengo para comprarles las toallas y a veces yo les pongo trapitos”, dice.
Otra práctica que pone en riesgo a la salud es usar una toalla o tampón, por más tiempo de lo indicado (entre tres o cuatros horas dependiendo del flujo), causa infecciones vaginales o irritaciones en la piel.
Un asunto de higiene “privado”
Cada año, una ecuatoriana puede gastar un promedio de $42 en toallas sanitarias. Los costos pueden aumentar por el número de toallas usadas, marca y calidad o si se requieren otros insumos como pastillas para los cólicos. Así lo detalla un estudio de la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung de Alemania. Esto representa “un costo alto,especialmente, en aquellas familias con ingresos básicos y en las que hay más de dos mujeres”, detalla Plan Internacional Ecuador.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en Ecuador la tasa de pobreza de las mujeres es 1,4% mayor a la de los hombres. Pese a esto, en los centros del Ministerio de Salud no se entregan productos menstruales.
Desde la cartare de Estado se señala que “esta cartera de Estado adquiere medicamentos o dispositivos médicos para
brindar servicios de salud sexual y salud reproductiva. Sin embargo, las toallas sanitarias, copas menstruales, pastillas para cólicos forman parte de los productos de higiene personal, los cuales se adquieren de forma particular”
El MSP resalta que cuenta con paracetamol e ibuprofeno que son medicamentos analgésicos que alivian el dolor y que pueden ser utilizados “de ser necesario para controlar los dolores producidos por cólicos menstruales”.
Impacto en la vida
Unicef detalla que el 43% de las alumnas prefieren no ir a la escuela durante su periodo, por falta de infraestructura (escuelas sin agua potable) o por no contar con toallas sanitarias. En Ecuador no existe una medición, lo cual demuestra la poca atención que tiene este tema.
En India, el absentismo en escuelas de niñas de entre 11 y 17 años alcanzó el 41%.
Acuña dice que a las niñas a las que se les pone “trapitos”, como se les llama en Manabí, donde inició su estudio, se sienten incómodas y con temor a mancharse, lo que hace que no quieran salir de casa, ni ir a la escuela o colegio.
Estas vivencias crean inseguridad y vergüenza en las niñas, lo que aumenta el tabú social en torno a la menstruación. (AVV)
La pobreza menstrual tiene tres factores:
- La falta de acceso a los productos de gestión menstrual; ya sea por falta de dinero para comprarlos o porque no tienes puntos de venta o entrega gratuita para adquirirlos.
- Falta de educación menstrual de calidad. La falta de una educación objetiva, de manera amigable y que sea para todas las personas, no solo para las mujeres, también está dentro del concepto de pobreza menstrual.
- Falta de acceso a las instalaciones adecuadas, que tengas un baño privado, agua potable todos los días, gestión de residuos.