Ecuador no entrega toallas sanitarias, tampones ni medicina para cólicos menstruales en centros de salud

Género. En Ecuador viven más de 5 millones de mujeres que tienen entre 15 y 54 años; en su mayoría en edad fértil.
Género. En Ecuador viven más de 5 millones de mujeres que tienen entre 15 y 54 años; en su mayoría en edad fértil.

Un 40% de mujeres falta a la escuela o colegio durante sus días de periodo menstrual por no tener una toalla sanitaria. Pese a esto, el sistema de salud público dice que adquirir estos insumos es de competencia privada.

La Constitución de Ecuador señala que la salud es un derecho garantizado por el Estado. Aunque al tratarse de las mujeres parece haber excepciones.

Pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la menstruación es un asunto de salud pública y derechos humanos, en Ecuador, la pobreza menstrual hace que haya mujeres que deban cortar una toalla en tres partes, usar telas usadas o no asistir al colegio en sus días de periodo. Porque aunque la salud es un derecho, la menstruación digna es un privilegio.

Al consultar al Ministerio de Salud Pública (MSP), sobre si en sus centros de salud se entregan  toallas sanitarias, tampones, copas menstruales o pastillas para cólicos, respondió: “Esta cartera de Estado adquiere medicamentos o dispositivos médicos para brindar servicios de salud sexual y salud reproductiva. Sin embargo, las toallas sanitarias, copas menstruales, pastillas para cólicos forman parte de los productos de higiene personal, los cuales se adquieren de forma particular”.

El MSP resalta que cuenta con paracetamol e ibuprofeno, medicamentos analgésicos que alivian el dolor y que pueden ser utilizados “de ser necesario para controlar los dolores producidos por cólicos menstruales”.

Anualmente, una ecuatoriana puede gastar un promedio de $42 en toallas sanitarias. Los costos pueden aumentar (por el número de toallas usadas, marca y calidad) y también si se requieren otros insumos como pastillas para los cólicos. Así lo detalla un estudio de la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung de Alemania. Esto representa “un costo alto especialmente en aquellas familias con ingresos básicos y en las que hay más de dos mujeres”, detalla Plan Internacional Ecuador.

Ley archivada

A finales de 2022, el proyecto de ley para entregar gratuitamente productos de higiene menstrual de manera universal a la población femenina entre 12 y 50 años quedó archivado, tras pasar el primer debate en la Asamblea Nacional. El argumento fue que esto le significaría al fisco un gasto anual de $165,2 millones.

Ana María Rojas, ginecóloga, señala que el no priorizar esto repercute no solo en el desarrollo social y educativo de las niñas y mujeres; sino en la salud. “Hay quienes usan telas, al no poder comprar una toalla sanitaria, lo que ocasiona infecciones”.

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Trapitos o toallas divididas

Lilibeth Acuña, estudiante universitaria, inició el proyecto ‘100 Preguntas Rojas’, con el que se recopilan datos y se generan campañas para llegar con kits de gestión menstrual sustentable a niñas de bajos recursos.

Acuña detalla que ha recogido testimonios de mujeres que, al no contar con recursos para una menstruación digna, empiezan a racionalizar. “Cortan una toalla sanitaria y con el algodón se hacen tres tampones. Esto no es indicado para introducirse en el canal vaginal. Se quedan residuos y eso provoca infecciones”, detalla.

Tania vive en Manabí y tiene tres hijas de 19, 15 y 10 años. “Soy viuda, no tengo para comprarles las toallas y, a veces, les pongo trapitos”, dice.

También usar una toalla o tampón, por más tiempo de lo indicado (entre tres o cuatros horas dependiendo del flujo), causa infecciones vaginales o irritaciones en la piel.

Impacto en la vida educativa

En Ecuador no existen datos sobre el impacto de la menstruación y la educación, pero Acuña estima que la realidad es similar a la que se vive en otros países.

Por ejemplo, Unicef detalla que el 43% de las alumnas prefieren no ir a la escuela durante su periodo, por falta de infraestructura (escuelas sin agua potable) o por no contar con toallas sanitarias.

En India, el absentismo en escuelas de niñas de entre 11 y 17 años alcanzó el 41%.

Acuña dice que a las niñas a las que se les pone “trapitos”, como se les llama en Manabí, donde inició su estudio, se sienten incómodas y con temor a mancharse, lo que hace que no quieran salir de casa, ni ir a la escuela o colegio.

Estas vivencias crean inseguridad y vergüenza en las niñas, lo que aumenta el tabú social en torno a la menstruación. (AVV)

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Al inicio de la pandemia por covid-19, los kits de higiene no contenían toallas sanitarias.

“Las toallas sanitarias, copas menstruales, pastillas para cólicos forman parte de los productos de higiene personal, los cuales se adquieren de forma particular”, Ministerio de Salud Pública del Ecuador.

“Hay mujeres que cortan una toalla sanitaria y con el algodón se hacen tres tampones”, Lilibeth Acuña, mentora del proyecto ‘100 Preguntas Rojas’.