Hace casi 13 años se creó esa remuneración adicional con el objetivo de asegurar que los empleados cubran la canasta básica.
En 2009, a través del Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones, el Gobierno de Rafael Correa creó el llamado salario digno. Este ingreso es una compensación económica que deben pagar a sus trabajadores, hasta el 31 de marzo de cada año, todas las empresas que haya tenido utilidades.
En concreto, el concepto detrás de esto es asegurar que todos los empleados tengan unos ingresos que les permitan cubrir la Canasta Familiar Básica (CDB), la cual es calculada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Así, se supone que, si se suman las remuneraciones, pagos de décimos y otros beneficios y se los divide para 12, se debe llegar a un ingreso mínimo mensual establecido todos los años por el Ministerio de Trabajo. Si no se completa ese nivel mínimo, las empresas con ganancias deben pagarles una remuneración adicional o salario digno a sus colaboradores como compensación.
El ministerio del Trabajo fijó ese salario digno en $ 447,41 mensual para 2022, a través del acuerdo Ministerial MDT 2022-0041. Ese valor es el mismo que se calculó para el año pasado.
Adicionalmente, el acuerdo ministerial indica qué rubros se toman en cuenta para calcular el ingreso mensual. Entre ellos están el salario mensual; los décimos; comisiones variables que hubiere pagado el empleador; la participación de utilidades a personas trabajadoras o extrabajadoras del ejercicio fiscal 2020 y pagadas en el año 2021; otros beneficios percibidos en dinero por el trabajador por contratos colectivos y los fondos de reserva correspondientes al año 2021.
También se dispone que para el pago el empleador debe destinar el 100% de las utilidades.
Desde su vigencia, el salario digno ha tenido mínimo impacto y su pago llega a un reducido porcentaje. Lo mismo pasa con el Salario Básico Unificado (SBU), que desde 2022 es de $425, pero lo percibe menos del 10% de los trabajadores formales del país. (JS)