Cuenca y Quito son las ciudades donde más se encareció la Canasta Básica en el último año

Aunque, en promedio, el precio de la Canasta Básica se incrementó $4,19 en todo el país, la subida en las dos principales urbes de la Sierra fue de entre $15 y casi $18 Un cuencano
Aunque, en promedio, el precio de la Canasta Básica se incrementó $4,19 en todo el país, la subida en las dos principales urbes de la Sierra fue de entre $15 y casi $18 Un cuencano

Aunque, en promedio, el precio de la Canasta Básica se incrementó $4,19 en todo el país, la subida en las dos principales urbes de la Sierra fue de entre $15 y casi $18

Un cuencano necesita al menos $24,85 diarios para cubrir sus gastos indispensables en alimentos, vestimenta, transporte y otros. En el caso de un quiteño, la inversión alcanza los $24,52.

Quito y Cuenca, que son las dos principales ciudades de la Sierra, han tenido el mayor aumento del costo de la vida durante el último año.

Según la más reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la Canasta Básica Familiar (CBF) se encareció casi $18 en la urbe azuaya hasta cotizarse en $745,55. Por su parte, en la capital del Ecuador, el incremento fue de casi $16 hasta sumar un costo total de $735,59.

El principal componente de este encarecimiento es el gasto en alimentos y bebidas. Así, un cuencano debe desembolsar $15 más, sobre todo por la subida en el precio de pescados y mariscos; tubérculos; frutas frescas; azúcar, sal y otros condimentos.

Para el quiteño, el desembolso mensual adicional es de $11,60, relacionado con el mayor costo de tubérculos y derivados, pescado y mariscos; además de fruta fresca.

El otro gran incremento tiene que ver con los gastos en salud, educación y transporte. Así, en Cuenca se necesitan $2,35 más al mes para cubrir esas necesidades; mientras en Quito, el esfuerzo extra suma casi $7.

Muchos más que el promedio nacional

De acuerdo con el INEC, en promedio, la CBF se encareció $4,19 en todo el país durante el último año (comparación noviembre 2020 y noviembre 2021). Si se excluye a Quito y Cuenca, el incremento en otras grandes ciudades fluctúa entre $1,22 (Esmeraldas) y $5,09 (Guayaquil).

La única urbe donde los precios caen es Loja, donde la CBF pasó de $741,22 a $724,2. Esta situación, según Norma Vera, economista e investigadora en desarrollo social, es resultado de que la demanda en esa zona sigue muy por debajo de los niveles prepandemia.

“Los ingresos de las familias en Loja no se terminan de recuperar y están hasta 45% más bajos que antes de la crisis sanitaria. En el promedio nacional, ese porcentaje está en el 30%”, dijo.

Menos producción y despertar de demanda represada

Los mayores costos en CBF en todo el país, pero con mayor fuerza en Quito y Cuenca, tienen que ver con la combinación de dos factores. Por un lado, la reactivación (con un crecimiento económico que llegaría hasta el 3,5% al cerrar 2021) ha provocado que se despierte parte de la demanda y el consumo represados durante el primer embate de la pandemia.

Más del 70% de las familias dejaron de comprar muchas cosas, o redujeron su consumo al mínimo durante 2020. Ese escenario cambió y, a lo largo de este año, más de 60% de las familias reportan que están gastando más.

Sin embargo, esa mayor demanda se ha encontrado con una oferta a la baja, sobre todo en el sector agrícola golpeado por la subida de los costos de los principales insumos y materias primas importadas.

Esa baja productividad podría empeorar en 2022, por lo que se necesitan medidas desde el Gobierno Central para aliviar la crisis en el campo.

La crisis mundial en la cadena logística también ha presionado los precios de los productos en el mercado ecuatoriano; mientras que la subida de los combustibles ha tenido un impacto marginal.

La intermediación distorsiona los precios

Roberto Mendoza, emprendedor quiteño, puntualizó que, aparte de todos esos fenómenos, el costo de la vida en Quito y Cuenca se dispara porque existe una gran distorsión de la intermediación.

De acuerdo con el INEC, esas dos ciudades se ven afectadas por una telaraña de intermediarios que encarecen los precios para el consumidor.

“Hay un gran negocio de ciertas redes que compran barato a los productores en el campo, pero que negocian a mayores precios en los mercados. Esas redes se escudan en cualquier excusa, como el tema de los combustibles, para sacar ventaja. Todo es especulación y viveza”, puntualizó Mendoza. (JS)