Hace dos meses, Sam Bankman-Fried era considerado por la revista Fortune como el próximo Warren Buffet. Pero, en la última semana, su fortuna personal se desplomó de $16.000 millones a cero.
El colapso de la plataforma de criptomonedas FTX tiene detrás una historia de ambición, que incluye el posible fraude y la utilización de un esquema Ponzi, de la mano de un joven millonario llamado Sam Bankman-Fried.
Hace solo dos meses Bankman-Fried protagonizó titulares en la revista Fortune bajo la premisa de que sería el próximo Warren Buffet. Sin embargo, en medio del escándalo sobre los turbios manejos de la plataforma FTX y del fondo de inversión Alameda Research, su fortuna personal se desplomó de $16.000 millones a cero durante la pasada semana del 7 al 11 de noviembre de 2022.
Esta debacle, según el economista español, Juan Ramón Rallo, este es uno de los procesos de destrucción de riqueza más acelerado de la historia. La razón de fondo es que Bankman-Fried, como consejero delegado y principal inversor tanto de FTX y de Alameda Research, infló artificialmente los precios de la moneda virtual FTT.
Esto con el fin de poder contabilizar supuestas ganancias extraordinarias en su contabilidad e incrementar su fortuna.
En otras palabras, Bankman-Fried utilizaba el dinero y los cripto activos de los clientes de FTX para, a través de su empresa Alameda Research, especular en los mercados y subir de manera ficticia la valoración de la moneda FTT.
Estas «inversiones» no eran conocidas ni autorizadas por los clientes de FTX, y permitieron a Bankman-Fried acumular una abultada riqueza, la cual en algún momento llegó a un pico de $26.000 millones.
» Esa riqueza siempre fue una riqueza ficticia, aparente, porque se fundamentaba en unos precios absolutamente irreales de FTT, que únicamente respondía a la propia operación especulativa de Sam Bankman-Fried a través de un dinero que no era suyo y tampoco le habían prestado para eso», puntualizó Rallo
Sin embargo, ahora se está discutiendo si perder toda su fortuna es sanción suficiente para Bankman-Fried. Un empresario se puede enriquecer mucho si inicialmente toma buenas decisiones de inversión; y luego se puede empobrecer si comienza a tomar malas decisiones.
Eso es lo que recientemente le ha pasado a Mark Zuckerberg, que al inicio ganó mucho con Facebook; pero en los últimos meses ha perdido alrededor de $100.000 millones de su patrimonio por los pobres resultados de su inversión en el Metaverso.
Esta es la lógica de cualquier inversionista y no hay nada obscuro detrás, pero en el caso de Bankman-Fried la situación es diametralmente distinta.
En primer lugar, porque no estaba utilizando su propio dinero para invertir, sino que utilizaba sin consentimiento los recursos de los clientes de FTX.
En segundo lugar, las inversiones que estaba realizando con el dinero ajeno eran especulativas y rozaban los esquemas de estafa Ponzi.
» En este caso nos encontramos en una situación que ya roza el fraude. El código de comercio español contenía la figura de quiebra culpable, que podría encajar en esta situación. Un empresario no tiene ningún tipo de responsabilidad personal cuando conduce una sociedad anónima a la quiebra, si las decisiones que ha tomado han sido diligentes y lícitas. Pero, si una persona toma decisiones que sabe que son irregulares, y que pueden perjudicar a los acreedores, entonces existe responsabilidad personal», añadió Rallo.
Así, entre varias causas, la quiebra culpable se definía si era resultado de apuestas imprudentes y cuantiosas.
Esa definición encaja perfectamente con las actuaciones de Bankman-Fried, por lo que ahora se apunta a que la justicia debe esclarecer todas las actuaciones, y de ser el caso se lo debería castigar no solo con la pérdida de su fortuna personal presente, sino también con la futura hasta resarcir las deudas con los clientes de FTX. (JS)
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