Ambateños con esencia de zapateros y panaderos

El interior de la fábrica tenía varias maquinarias.
Lugar. El interior de la fábrica tenía varias maquinarias.

Ambato es conocido en todo el Ecuador por su comercio e industria, se dice que en la ciudad de los ‘Tres Juanes’ se negocia y produce de una forma peculiar a la del resto del país, incluso varias de las empresas de origen ambateño se encuentran entre las más reconocidas a nivel latinoamericano, por la calidad de sus productos y la seriedad de su trabajo.

Esta característica única de la ciudad es el resultado de varios siglos de trabajo y perfeccionamiento de las técnicas y procesos, para el historiador Gerardo Nicola Garcés, Ambato guarda una larga tradición de zapatería y panadería.

Espacios para cada actividad

Esta afirmación se basa en los inicios del nuevo asentamiento de la ciudad, que luego del terremoto de 1698 se instaló en la actual ubicación. “El sacerdote que estuvo al frente de esta decisión ubicó determinados lotes para artesanos y vendió a precios altos los terrenos alrededor del Parque Montalvo, de acuerdo a la distancia se ponían los costos de cada área”, aseguró Nicola.

De esta forma se planificó un espacio para los oficios, dando prioridad al de zapatero y panadero. “Este sacerdote resolvió poner estos lotes a disposición y trajo artesanos de Mocha, Riobamba, Quero y otros que recién habían llegado a América, dijo vengan nosotros les damos el lote, les ayudamos a construir y les damos el permiso”, contó.

Para el siguiente año también llegaron hojalateros a la ciudad para elaborar ollas, sartenes y demás artefactos, para Nicola estas son las claves que ayudaron a dar el punto de partida de la historia de la ciudad como una tierra de panadería, zapatería y metalmecánica.

 

TOME NOTA
El terremoto del 20 de junio de 1698 que registró su epicentro en las cercanías 
del volcán Carihuairazo dio origen a un sinnúmero de deslaves, que inmediatamente 
se transformaron a destructivos flujos de lodo que afectaron a las poblaciones de 
Tisaleo, Mocha, Patate y al primer asentamiento de Ambato.

 

“En esa época con el pan que hacían aquí lograron fama, y comenzaron a vender el pan a otras ciudades, lo que sorprendió a todos, aprendieron una técnica para enviar en cajones cargados por mulas a Quito, el pan salía a la madrugada del primer día y llegaba a la noche del segundo y se vendía en las tiendas de la ciudad, este es el indicio del primer comercio de un producto que se dieron modos para que exista una forma de ampliar el comercio”, comentó Nicola.

Todo este procesos tenía una logística bien orquestada, pues habían personas encargadas y relevos de las mulas y acompañantes en el sector de Laso, lo que aseguraba que el pan llegue pronto y mantenga su frescura.

Zapatería y textiles

En los inicios la mayor parte de habitantes de Ambato no utilizaban zapatos y quienes lo hacían no portaban calzado cómodo, lo que se reflejaba en enfermedades y en insectos que se impregnaban en los pies, por esta razón se decía que los ambateños eran ‘patojos’, todo esto ayudó a que el procesos de utilización de zapatos y su fabricación tenga un tratamiento especial en la ciudad.

La fama de los zapatos hechos en Ambato es tan grande que una de las historias más conocidas es sobre las botas sin costuras que hizo Juan Cajas para Simón Bolívar.

Otra de las labores que ocuparon los primeros años de la colonia en Ambato y lo que hoy es la provincia fueron los textiles y los talleres que se ubicaban en Ambato, Patate y Quero, en este último se elaboraban gran cantidad de ponchos que bajo el direccionamiento de un sacerdote sirvieron para vestir a los indígenas de la provincia.

“Todos los pochos salieron de Quero con los colores definidos por un sacerdote español en dependencia de a qué pueblo indígena corresponde, el tipo de sombrero y vestimenta general les identificaba con esto, a todos los vistió con determinado aspecto para reconocer de que comunidad venían», aseguró Nicola.

En Patate los lugares donde se producían textiles se retiraron debido a los daños sufridos cuando el caudal del río subió y dañó gravemente la infraestructura de estos lugares, uno de los años más duros fue 1724 donde la cantidad de lluvias fue más alta que las anteriores.

“Las crónicas cuentan que quedaron destrozados los lugares a lo largo del río, incluido molinetes y todos quienes usaban el agua”, manifestó.

EL DATO
Gerardo Nicola es Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Historia.

 

Molinos

La demanda de harina para producir el tradicional pan de Ambato hizo que varios molinos se instalen en las riveras del río, uno de los sectores fue La Delicia, donde aún quedan vestigios de lo que fueron parte de la infraestructura para aprovechar la corriente del río para moler los granos.

“A mano izquierda del puente antiguo de La Delicia aún hay un molino que se encuentra ahí todavía, se ha dicho a la municipalidad que más bien se adquiera el predio y se reconstruya el molino”, comentó Nicola.

Desde el río se subía hasta la ciudad para distribuir la harina a las panaderías que se encontraban desde  la calle Rocafuerte y Montalvo, donde aún se conservan ciertos vestigios de lo que fue la época dorada de esta actividad en el sector.

Industrial algodonera

Con el siglo XX también llegó la industria, una de estas es la conocida Industrial Algodonera que se instaló en la ciudad en 1907, revolucionando el tiempo y la cantidad en la que se producían textiles.

“Estaban los tejedores manuales, pero con la industrial llegaron las máquinas y la sorpresa de la velocidad en la que se comenzó producir”, comentó Nicola.

En 1914 la Industrial Algodonera instaló la primera planta para producir energía eléctrica en el sector del río Ambato. “La ponen en funcionamiento y se produce la luz para la fábrica, pero la ciudad no tenía energía eléctrica y comenzó la pelea para que algunas horas de luz se dediquen a los habitantes, las casas del centro tenían luz de seis de la tarde a las 10 de la noche y la fábrica de 10 de la noche a seis de la tarde”, contó Nicola.

Para 1924 se construyó otra microcentral en el sector del Socavón con las mismas aguas que salían de la central en Atocha, en este año también se inició con la producción de la tela para sabana, producto que atrajo a los compradores de todo el Ecuador que veían en esta una novedad para la comodidad al momento de dormir.

“Había una demanda extraordinaria de las sábanas, fue igual con la toalla, cuando la gente probó secarse con esta fue el éxito, durante seis años esta industria creció mucho, trabajaban 24 horas, por esta razón Henry Janke, el gerente de la Industrial, era muy impopular entre los obreros”, comentó.

En 1933 se da el primer cierre de la fábrica debido a la falta de garantías para los obreros y los métodos de trabajo de la Industrial. “El 20% de Ambato trabajaba en la Industrial Algodonera, es decir obreros, comerciantes eran de la ciudad, todos los productos fueron un éxito, todo lo que produjo Henry Yanke tuvo gran demanda”, comentó Nicola.

En 1933 también se crea la fábrica Venus que inicia sus actividades haciendo plantas de zapatos y ciertas piezas de caucho para los vehículos de la zona.

“Para 1940 ya no se abastecía, así como fue una maldición para el mundo la Segunda Guerra Mundial, esta fue la clave para que la fábrica Venus crezca, todo lo que producía vendía instantáneamente, la única fábrica que tenía caucho era esta, que trabajó para Estados Unidos, quienes le mandaban a hacer diversas piezas, con un trabajo excelente, los encargos fueron numerosos, toda la fábrica tuvo un ascenso extraordinario”, aseguró Nicola.

Esta bonanza también dio espacio a la fabricación de llantas en la ciudad, pero debido a varios problemas de orden político esta fábrica se mudó hasta Cuenca.

Talento artesanal

Más fábricas de textiles, hormas y diferentes productos se instalaron en la ciudad, debido al talento de los hábiles artesanos, el clima y la ubicación geográfica, incluso las curtiembres fueron entre las primeras actividades en el Ambato de 1700, debido a la demanda de materia prima para la confección de zapatos y la talabartería, que era una actividad llena de arte por la cual se conocía también a Ambato.

Para Gerardo Nicola existe una característica histórica por la cual Ambato, a pesar de no haber sido declarada desde la conquista como una ciudad importante, ha podido destacar en el Ecuador. “Mientras en Riobamba y Quito tenían a los burócratas del Estado Español, aquí la gente trabajaba, porque no habían tantos puestos público para vivir de eso, pero aquí todo se desarrollaba alrededor de la industria y el comercio “, aseguró.

Esta premisa también explica el aspecto arquitectónico y de orden de la ciudad. “En Quito y Riobamba se pueden observar las casas de los duques, marqueses, pero en Ambato no, porque todo se estableció alrededor del trabajo y comercio”, enfatizó.

Ambato desde el inicio mantuvo una estrecha relación comercial con Guayaquil, debido a la industria, artesanía y agricultura.

“Hasta el día de hoy las industrias ambateñas mantienen una cercanía con Guayaquil, mientras que no se ha podido trabajar de la misma forma con Chimborazo o Cotopaxi, a pesar de que en la Constitución del año 2008 se dispuso que se cree la región tres no se ha logrado estrechar relaciones con los vecinos”, comentó.