El metro aumenta la venta de comida en el centro de Quito

EFECTO. El Centro Histórico está todos los días lleno de personas desde la apertura del metro.
EFECTO. El Centro Histórico está todos los días lleno de personas desde la apertura del metro.

La apertura del sistema de movilidad genera incremento significativo en ventas de negocios de comida en el centro histórico. Los comerciantes de ropa en los centros del ahorro no experimentan el mismo efecto positivo..

En un giro positivo para los comercios locales, la reciente apertura del metro en Quito ha generado un incremento significativo en las ventas de negocios de comida en el Centro Histórico.

Establecimientos como Pizza Sa y San Ignacio reportan aumentos notables, oscilando entre un 60% y un impresionante 100%.

Ricardo Sánchez, propietario de San Ignacio, señala que el fin de semana de inauguración del metro marcó un aumento del 100% en sus ventas.

Sin embargo, advierte que es prematuro determinar el incremento real, ya que dicho fin de semana estuvo marcado por varios factores, como la inauguración del metro, las festividades de Quito y un feriado.

La atención ahora se centra en evaluar la afluencia de personas en días normales y fines de semana tras el periodo festivo.

Sánchez destaca la importancia del incremento, atribuyéndole a la facilidad que brinda el metro para que las personas lleguen al centro de manera segura y rápida. Esto permite a los visitantes explorar las calles, restaurantes y una diversidad de negocios que ofrecen una amplia gama de ofertas.

Diego Vivero, dueño de Pizza Sa, compara el tráfico de comensales entre sus locales del norte y el Centro Histórico. Revela que el local en el casco colonial ha experimentado un tráfico histórico de comensales desde la apertura del sistema de movilidad.

No obstante, reconoce que algunos restaurantes, incluido Pizza Sa, quizás no estaban preparados para recibir la abrumadora cantidad de personas que asistieron.

No todos los negocios se han beneficiado

A pesar de la creciente afluencia de personas en el Centro Histórico de Quito, los comerciantes de ropa y artículos ubicados en centros comerciales emblemáticos como el Granada y el Ipiales no han experimentado el esperado impulso en sus ventas.

Los vendedores se encuentran desconcertados ya que, a pesar de la mayor presencia de visitantes, estos optan por no comprar en los establecimientos formales.

Según los testimonios de los comerciantes, el principal desafío radica en la competencia desleal de los vendedores informales que operan fuera de los centros comerciales.

Estos vendedores ambulantes no incurren en los costos asociados con el arriendo y los impuestos, lo que les permite ofrecer sus productos a precios significativamente más bajos. Como resultado, los compradores prefieren realizar sus compras en la calle, evitando la necesidad de ingresar a los centros comerciales.

«Es frustrante ver a tantas personas paseando por el Centro Histórico, pero muy pocas ingresan a nuestros locales«, lamenta María Chiluisa, una de las comerciantes afectadas. «Los vendedores informales venden más barato, y la gente prefiere ahorrar dinero» dijo.

La situación ha generado preocupación entre los comerciantes, quienes, a pesar de ofrecer productos de calidad en un entorno más formal, se enfrentan a una competencia que opera en condiciones menos reguladas.

Las autoridades locales aún no han proporcionado soluciones concretas para abordar esta disparidad en las condiciones comerciales. Algunos comerciantes sugieren medidas que promuevan la formalización de los vendedores informales o estrategias para destacar la calidad y garantías ofrecidas por los establecimientos formales. (EC)

Qué piensan los consumidores

El Metro de Quito ha emergido como un motor positivo para la industria gastronómica de la ciudad, transformando la experiencia en el centro, según testimonios de consumidores entusiastas.

La implementación del sistema de transporte subterráneo ha generado un cambio significativo en los hábitos de consumo de los compradores, brindando mayor acceso y comodidad.

Con el Metro en pleno funcionamiento, el centro de Quito se ha convertido en un punto de encuentro vibrante y concurrido, como lo destacó José Chicaiza, un residente local: «Hace años que no veíamos el centro de Quito tan lleno y animado».

La afluencia de turistas ha experimentado un notable aumento, gracias a la facilidad de desplazamiento que el metro proporciona, permitiendo a los visitantes explorar durante más tiempo y, en consecuencia, gastar más en los diversos establecimientos de la zona.

La eficiencia del sistema de transporte no solo ha beneficiado a los turistas, sino que también ha proporcionado a los comercios locales una oportunidad única para ofrecer una experiencia más completa a los visitantes. Carolina Cajas aseguró «Ahora, con el metro, podemos quedarnos más tiempo en el centro, lo que se traduce en más tiempo y más gastos».

A pesar de la preferencia por el metro sobre otros sistemas de transporte público, como el Ecovía o el Trolebús, algunos usuarios señalan la necesidad de un sistema más integrado que facilite la transición entre diferentes modos de transporte. Aunque el metro ha mejorado significativamente la movilidad, persiste la demanda de una conectividad urbana más eficiente. (EC)

 El metro de Quito ha aumentado las ventas desde un 60% hasta un 100%.