Ecuador registra 248 homicidios contra niños menores de 5 años

Flagelo. Uno de cada dos niños en Ecuador han sufrido algún tipo de violencia.
Flagelo. Uno de cada dos niños en Ecuador han sufrido algún tipo de violencia.

La violencia del crimen organizado, en Ecuador, impacta a los niños, quienes son víctimas colaterales de la guerra entre bandas. Luz Ángela Melo, representante de Unicef en Ecuador, dice que invertir en educación es la única forma de salvar a los menores.

En Latinoamérica, 2 de cada 3 niños han sufrido algún tipo de violencia. Ecuador es parte de este desalentador panorama, pues 1 de cada 2 menores de edad han sido maltratados, ya sea física, psicológica o sexualmente.

Además de los maltratos naturalizados –como padres que castigan físicamente a sus hijos– los niños ecuatorianos se desarrollan en medio de una crisis de violencia sin precedentes. Es así que se vuelven presa fácil de las bandas narcodelictivas–que los reclutan por no ser imputables–, o son víctimas colaterales de la guerra entre grupos armados que han provocado el aumento en un 700% de homicidios en adolescentes y niños, desde 2019 hasta 2023.

La violencia desatada en las calles también ha cobrado la vida de 248 niños de cero a cinco años, quienes han muerto en cruces de balas o sicariatos, incluso por equivocación. Eso ocurrió en Guayaquil cuando cuatro niños y su madre fueron asesinados por sicarios que –según la Policía– se equivocaron de casa y abrieron fuego contra la familia.

Una biblioteca en Manabí aleja de la violencia a los niños y jóvenes

Invertir en educación, un escudo contra la violencia

Luz Ángela Melo, representante de Unicef en Ecuador, señala que la violencia impacta a los niños y niñas en todas las dimensiones: en su desarrollo cognitivo, en su facilidad de aprendizaje, en su concentración.

Ante este panorama de violencia, las escuelas –dice Melo– deben seguir siendo espacios seguros. “La mayor inversión que puede hacer un país para sus niños y niñas es, primero invertir en la primera infancia (de 0 a 5 años), y segundo invertir en educación”.

La representante de Unicef ejemplifica estas acciones con lo hecho por Corea del Sur que pasó de ser uno de los países más pobres, tras la Primera Guerra Mundial y la guerra civil a ser “uno de los países más desarrollados (…) porque invirtieron y apostaron por la educación”.

Para Unicef, ante cualquier contexto, las escuelas deben ser lo último en cerrar y lo primero en abrir.

“Un niño víctima de violencia en su casa tendrá mayores posibilidades de ser víctima de violencia en otros entornos”, Luz Ángela Melo, representante de Unicef en Ecuador.

“Los niños que sufren violencia tendrán más oportunidades de ser reclutados por bandas”, Luz Ángela Melo, representante de Unicef en Ecuador.

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