El contrato por horas, si llega a aprobarse en la consulta popular, se convertiría en la modalidad de contratación laboral más liberal en Ecuador

OCUPACIÓN. Los ecuatorianos necesitan urgentemente más oportunidades de empleo.
OCUPACIÓN. Los ecuatorianos necesitan urgentemente más oportunidades de empleo.

La errónea creencia de que se puede asegurar la estabilidad laboral por decreto o ley está en la raíz de la informalidad y el desempleo. Entérese por qué el contrato por horas sería un paso en la dirección correcta. 

Según el abogado Carlos Barrionuevo, académico asociado del Instituto de Economía Política del Ecuador (IEEP), el contrato por horas, de llegar a ser aprobado en la consulta y referéndum del 21 de abril de 2024, sería el contrato más liberal y el menos rígido que exista en la legislación laboral.

Actualmente, la falsa creencia de que se puede garantizar la estabilidad laboral por decreto o por ley ha provocado que la mayoría de ecuatorianos en la Población Económicamente Activa (PEA) sobrevivan entre la informalidad y el desempleo.

“Existe una norma en el Código del Trabajo que dice que, si tú liquidas tu negocio, si te va mal o si quiebras, a tus trabajadores tienes que pagarle como si los hubieses despedido. En otras palabras, tras cuernos palo. Me va mal, invierto, gasto mis ahorros, me endeudo sacando un crédito, contrato trabajadores de manera formal, los afilio al IESS, y si el negocio va mal toca asumir altos costos de indemnización”, explicó Barrrionuevo

En las micro, pequeñas y medianas empresas, los emprendedores prefieren contratar en negro, es decir, de manera informal. Esto con el fin de no asumir costos excesivos si el negocio sale mal o necesitan reducir personal.

En el peor de los casos, simplemente no contratan y tratan de sobrevivir con lo mínimo necesario para poder operar en un país que todos los años reprueba en libertad económica y saca sobresaliente en burocracia y tramitología.

Con el contrato por horas se evitan los altos costos de indemnización, se flexibiliza la relación laboral; pero no se garantiza la estabilidad, es decir, el empleador o emprendedor contrata cuando lo necesita (flexibilidad de horarios).

El empleador podrá llamar a un empleado para que trabaje tres horas mañana porque necesita hacer una determinada producción; pero pasado mañana ya no. La próxima semana lo podrá volver a llamar por seis horas para cumplir con otra producción. Todo se acordará entre las partes y se vuelve más flexible.

“Esto no solo ayudaría a los emprendedores y empleadores, sino que, al ayudarlos a ellos, se ayuda a los informales y a los desempleados porque el riesgo de contratar bajaría mucho”, recalcó Barrionuevo

Así, se quitaría un peso enorme a los empresarios debido a la rigidez y los altos costos de indemnización; pero se mantendría los beneficios de ley como afiliación al IESS, décimos, entre otros.

Ecuador tiene uno de los niveles más altos de indemnizaciones por despidos, incluso comparado con países vecinos como Colombia y Perú.

Con menos costos, el resultado directo es mayor contratación formal. Además, hay una relación directa entre más flexibilidad y más oportunidades de encontrar empleo en menos tiempo si una persona se queda desempleada.

De acuerdo con Barrionuevo, otra ventaja del contrato por horas es que la jornada no queda restringida a un horario definido desde el principio. Esto tiene un impacto positivo en sectores como el de los estudiantes universitarios y en industrias donde la producción no es fluctúa dependiendo de la época del año.

Costo por hora

La ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, ha asegurado que, con todos los beneficios de ley, la hora trabajada no será menor a $3 y podría llegar a $7,8 si se incluyen horas suplementarias y extras. En sectores como el petrolero, podría superar los $12.

En general, la hora contratada, con todos los beneficios de ley, promediará entre $4 y $7. LA HORA explicó cómo se han hecho los cálculos para llegar a esos valores.

Desde un punto de vista liberal, sin embargo, sería mejor que no se establezcan costos mínimos a través del Estado, sino mediante la negociación entre empleador y trabajador.

Incluso con este panorama, la flexibilidad que aporta el contrato por horas, eliminando cargas como las indemnizaciones y permitiendo establecer horarios a conveniencia, sí representaría un ahorro y un menor riesgo para los empresarios.

Como ya ha analizado LA HORA, los subempleados en sectores como la industria y la construcción estarán entre los principales beneficiados y podrían acceder a mayores ingresos al mes.  Pero también se pueden beneficiar jóvenes universitarios y profesionales independientes.

Otros sectores como el de los servicios y la tecnología también tendrían un impacto positivo.

En la actualidad, se paga menos informalmente entre $10 a $15 diarios hasta por 10 horas de trabajo, lo cual es claramente explotación laboral.

Contrato a plazo fijo

Dentro de la papeleta para la consulta popular y el referéndum, en el literal E de la papeleta, se abre la puerta a modificar la Constitución y el Código de Trabajo para permitir el contrato por horas y el contrato a plazo fijo, únicamente cuando se celebren contratos por primera vez entre un empleador y un trabajador.

De acuerdo con Carlos Barrionuevo, académico asociado del Instituto de Economía Política del Ecuador (IEEP), la prohibición del contrato a plazo fijo en 2015 dio como resultado una caída de más de cinco puntos en el empleo adecuado.

A diciembre de 2015, el 46,5% de la Población Económicamente Activa (PEA) tenía empleo adecuado (al menos el salario básico) y bajó al 41,2% en diciembre de 2016.

Los contratos a plazo fijo permitían establecer una relación laboral de máximo un año, sin que se vuelva indefinida luego de 90 días de prueba.

“Se evitaban muchos recargos y se generaba formalización. El contrato a plazo fijo era más usado que la mayoría de los 30 tipos de contratos que tiene la legislación ecuatoriana”, apuntó Barrionuevo.

A febrero de 2024 (último dato disponible del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el empleo adecuado apenas llegó al 33,9% de la PEA, es decir, más de 12 puntos por debajo de los niveles de 2015.

Es cierto que de por medio ha habido una pandemia y la escalada de la inseguridad, pero no tener herramientas como el contrato por horas y el contrato a plazo fijo han complicado la generación de empleo.

Incluir estas modalidades no solucionará completamente el problema de la informalidad y el desempleo, pero será un paso decisivo que deberá completarse con una reforma laboral integral en el mediano y largo plazos. (JS)

“El contrato por horas va a crear empleo y va a sacar de la informalidad a muchas personas, pero además les dará cobertura del IESS y ya no estarán completamente desprotegidos”.

“El contrato por horas no es precarización. La precarización es obligar a cada vez más ecuatorianos a pagar $20.000 a coyoteros para ir a otro país en busca de oportunidades laborales”.

Carlos Barrionuevo, académico asociado del Instituto de Economía Política del Ecuador.

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