En Ecuador ya se habla del cupo laboral trans. Una política pública por sí sola no crea un cambio de mentalidad social, dice la consultora en diversidad laboral.
En Ecuador no existe una cifra que determine el porcentaje de la población que pertenece a la comunidad LGBTIQ+. Esta es una de las deudas que tiene el Estado, dice ‘La Coca’, integrante del colectivo PachaQueer, que promueve el cupo laboral trans.
El primer paso se dio el 22 de marzo de 2022, cuando la Plataforma Nacional Revolución Trans–conformada por la Asociación Silueta X, la Cámara de Comercio LGBT+ Ecuador y otro otros colectivos– presentó, a la Asamblea Nacional del Ecuador el Proyecto de Ley Orgánica de Inclusión laboral trans, busca que las personas trans tengan acceso efectivo a programas generales de
orientación técnica y vocacional, formación profesional y continua y garantizar la no exclusión.
Según la propuesta: “el Estado ecuatoriano, a través de los distintos gobiernos y órganos de control, está obligado a mantener un porcentaje de empleados y empleadas trans no inferior a un 1% de su planta transitoria, permanente y contratada”.
“Hablar de un cupo laboral trans es reconocer que no tenemos acceso al trabajo, a una educación digna, a salud. Debemos juntar toda esta deuda social para construir un proyecto de ley integral”, dice La Mota, persona trans, que con su colectivo también presentará un proyecto complementario al que ya tiene la Asamblea.
¿Pero puede una Ley terminar con la discriminación por orientación sexual? Cecilia De la Vega, conferencista mexicana galardonada como ‘Exceptional Women of Excellence’, por el ‘Women Economic Forum’, señala que la política pública ayuda, pero no considera que la principal motivación de la inclusión laboral deba ser el cumplimiento de una ley.
Más que una cuota
“El objetivo ideal es que no sea necesario entrar en cumplimiento de una cuota. La ley se puede establecer para acelerar y motivar a quienes no quieren ni siquiera tener esta conversación. Pero la política pública debe enfocarse en el reconocimiento de las personas. Aún hay países donde no se reconoce la existencia de personas trans o de género no binario ”, dice De la Vega.
Esto lo confirma un estudio de ‘Medical News Today’ que determina que 69 de países penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo. En países como Irán, por ejemplo, se castiga la homosexualidad con pena de muerte.
Educación y sensibilización
De la Vega considera que las leyes deben estar ligadas a procesos de educación en los que la ciudadanía y, claro, los líderes empresariales estén familiarizados con términos de las diversidades sexo genéricas. “Hay un paso entre entenderlo y ponerlo en práctica en nuestros comportamientos cotidianos”.
Con esto coinciden La Coca y La Mota, de PachaQueer. Ambas detallan que se debe insertar en todos los procesos de la política el enfoque de género. “Tenemos leyes de protección de la identidad en el aire. Por ejemplo, una persona trans que quiere poner una denuncia en la Fiscalía, en la hoja no se pregunta su identidad de género. Lo mismo ocurre en el sistema de salud, que no contempla las otras posibilidades de expresión de género y orientación sexual. Por eso es que no hay un conteo de cuántos asesinatos a personas trans existen o cuántas violaciones correctivas hay”, agregan.
Un primer paso, dice Diane Rodríguez, cofundadora de la Cámara de Comercio Lgbtiq+, es que antes de “obligar a las empresas a que tengan personal Lgbtiq+” sí hay proceso de sensibilización para que se encuentren listos y preparados para el momento en que tengan una persona de la diversidad “sepan cómo tratarla, cómo usar términos asertivos”. Esto se logra desde la educación primaria, hasta en las capacitaciones empresariales del servicio al cliente. (AVV)
Personas LGBTIQ+
Datos del mundo
- Más de un tercio de países penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo.
- Al menos 4.042 personas trans y género diversas fueron asesinadas entre 2008 y 2021 en todo el mundo.
- Las personas bisexuales tienen mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad por discriminación.
- 2 de cada 5 personas LGBTIQ+ ocultan o disfrazan su orientación sexual en el trab
- 7 de cada 10 personas trans han reportado transfobia en los sistemas de salud.
- Una cuarta parte de la población mundial cree que ser LGBTIQ+ debería ser delito.
Fuente: Medical News Today, Amnistía Internacional
Argentina es el país pionero de ley de cupo laboral travesti trans en la región.
El 19 de octubre de 2021 se presentó la Guía Nacional de inclusión laboral LGBT+ para empresas.
“No vemos a la inclusión laboral como lo que es. Un imperativo de negocio que da un valor agregado a la manera en la que gestionamos el talento”, Cecilia De la Vega, licenciada en Geología Hispánica y Teoría de la Literatura, ganadora del Exceptional Women of Excellence.
“Hay falta de visibilidad en todos los espacios. No nos encontramos habitualmente con personas transexuales, transgénero, travestis o en general de la comunidad Lgbtiq+, en puestos como profesorado, dirigiendo o siendo servidoras públicas”, PachaQueer.
“Una organización no es como tal un ente. Está liderada por una persona y son esas personas las que muchas veces están sesgadas, estereotipadas”, Cecilia De la Vega, licenciada en Geología Hispánica y Teoría de la Literatura, ganadora del Exceptional Women of Excellence.