Gisella Garzón (RC), dice que no cree que el presidente (Daniel Noboa) “se atreva a presentar otros (proyectos) económicos urgentes con todo lo que ha pasado”. Inés Alarcón (ADN) dejó entrever que los votos que se requieran (para aprobar proyectos) podrían provenir de mayorías distintas como ocurrió con la aprobación de la Ley de Turismo.
La Asamblea Nacional retoma este miércoles, 10 de abril de 2024, sus actividades tras el receso legislativo, y de por medio, con el rompimiento del pacto entre la bancada de la Revolución Ciudadana (RC) y el oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) que devino después del ingreso a la sede de la Embajada de México en Quito para capturar a Jorge Glas.
Las bancadas están prevenidas de lo que se pueda dar en el transcurso de las próximas semanas en un pleno en el que ninguno tiene asegurados los votos para hacer mayoría, lo que les obligará a volver a buscar acuerdos.
Gisella Garzón (Revolución Ciudadana), dijo que la bancada destinará sus esfuerzos a una agenda donde constan temas definidos (leyes de Agua Comunas), y de fiscalización.
Aclaró que no serán una oposición de “ciegos, ni sordos”; pero piensan que no llegará una propuesta interesante del Ejecutivo.
“No creo que el presidente (de la República, Daniel Noboa) se atreva a presentar otros (proyectos) económicos urgentes más con todo lo que ha pasado, pero, por temas de legislación que están pendientes en las comisiones especializadas deberían ser prioridad de la institución porque son aspectos que involucran a la gente y a su bienestar”, señaló.
Remarcó que no será una oposición que no proponga, «sabemos que poco nos tomarán en cuenta seguramente, pero mientras el bienestar de la gente esté en el centro, el trabajo se enfocará hacia allá».
Garzón añadió que después de «ver de lo que es capaz el gobierno» de irrumpir en una embajada, no tienen garantía para ejercer la oposición, al menos desde la posibilidad de hacerlo con respecto. Por ello, anunció que se registrarán en el Consejo Nacional Electoral (CNE) como oposición para que se garantice mínimas condiciones y acciones para fiscalizar y denunciar.
“Si bien como legisladores tenemos inmunidad, en la organización, no todos los compañeros tienen esa condición”. Adelanta que podría haber una judicialización de la política por expresar la oposición al gobierno.
Inés Alarcón (ADN), espera que la bancada de RC vele por los intereses de los ciudadanos dejando de lado agendas particulares y partidistas, y se pueda contar con los 51 votos.
“Siempre hemos tenido alianzas puntales, mayoría móviles; la bancada de ADN se ha caracterizado por sacar adelante proyectos de ley en beneficio de la ciudadanía”.
En todo caso, Alarcón dejó que entrever que los votos que se requieran (para aprobar otros proyectos) podrían provenir de mayorías distintas como ocurrió con la aprobación de la ley de turismo a la que se adhirieron “ciertos” asambleístas de RC.
Jorge Peñafiel (Construye) insistió en la tesis de que apoyarán “lo bueno», y se «opondrán» a lo malo. «Nosotros no vamos a cerrar ningún acuerdo en base a las condiciones que están ocurriendo en este momento”, aclaró. (SC)
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