El reto de revivir el liderazgo político en Quito

El Ministerio de la Defensa asumirá la responsabilidad de definir el Plan Nacional de Seguridad. Foto: Referencial

Llevar la política a los jóvenes, entendiendo su identidad y su esencia son algunas de las recomendaciones que saltan en el afán de despertar el liderazgo político de las nuevas generaciones que hacen vida en Quito.

Quito arriba hoy a sus 489 años de fundación. La capital ha sido protagonista de los grandes cambios políticos en Ecuador. Fue la primera capital del continente en proclamar su independencia el 10 de agosto de 1809.

Pero en los últimos años la preponderancia y poder de Quito en las discusiones políticas del país ha venido en decadencia. Sus actuales autoridades llegaron al poder con poco más del 20% de las preferencias electorales y sus últimos dos alcaldes, Jorge Yunda y Santiago Guarderas, estuvieron marcados por presuntas irregularidades y disputas políticas.

El liderazgo político de la ciudad parece estar desapareciendo, no existen nombres que representen a la ciudad, ni siquiera el actual alcalde, Pabel Muñoz, quien debe enfrentar a una acusación por proselitismo político, al presuntamente hacer uso de los recursos de la Alcaldía para beneficiar a la candidatura presidencial de la Revolución Ciudadana.

LA HORA conversó con los analistas políticos Paco Moncayo, exalcalde de la capital; y Óscar Terán para analizar las causas y retos del liderazgo político. También con los jóvenes asambleístas Jahiren Noriega de RC y Jorge Peñafiel del Movimiento Construye, sobre las nuevas estrategias para acercar a la juventud a la política.

Ausencia de Identidad

Para el exalcalde y analista político, Paco Moncayo, uno de los primeros aspectos que debe analizarse es la falta de identidad de los quiteños. Puntualizó que desde hace varios años Quito se ha convertido en una ciudad cosmopolita que alberga a ciudadanos de diferentes regiones del Ecuador y de otras naciones. “Podemos darnos cuenta que hemos tenido alcaldes de todas partes, nacidos en varios sitios del país, y eso no es novedad, tenemos concejales de otras ciudades. Ese es el tema de ser una ciudad cosmopolita. Hay que partir de allí”.

Para Moncayo las grandes figuras de la política quiteña en el pasado fueron los expresidentes Rodrigo Borja Cevallos (fundador de Izquierda Democrática) y Camilo Ponce Enríquez (fundador del Movimiento Social Cristiano- hoy PSC).

Agrega que Quito ha logrado mantener la capitalidad, pero su influencia en las cuestiones políticas la ha cedido a Guayaquil.
Otro factor a tener en cuenta en la pérdida del liderazgo político en Quito, según el militar en servicio pasivo, es la descomposición del sistema de partidos, indicando que solo la Izquierda Democrática y Democracia Popular, “son los últimos partidos en sentido clásico que hubo en el país”.

Moncayo advierte que “estos vacíos evidentes, hacen que Quito haya ido perdiendo su importancia en la conducción de los grandes temas de Ecuador y aún inclusive del propio Distrito Metropolitano”.

Destacó que la capital necesita generar una identidad de “segundo piso”, en donde todo el que viva en Quito, pueda “sentirse orgulloso de nuestra ciudad”.

Cotidianidad en la política

El asambleísta por el Movimiento Construye, Jorge Peñafiel Cedeño, reconoció que el alejamiento del ciudadano de la política es un fenómeno que se repite en varias partes de la geografía nacional e indicó que este es un llamado de atención para la política nacional

El parlamentario destacó que es importante construir el liderazgo “desde la óptica de la naturalidad, de lo cotidiano. Es decir, el líder político ya no puede ser alguien alejado de la vida diaria de la gente”.

Añadió que la política no puede observarse como un hecho aislado. “En Quito ya la política no tiene que verse como algo ajeno, sino como algo cercano, algo natural y propio de la ciudadanía”.

Para Peñafiel uno de los mayores retos de las nuevas generaciones en la política es “valorar como líderes políticos el hecho de que necesitamos tener una óptica de trabajo integral, es decir, que podamos asumir el liderazgo desde todas las vertientes que tiene la ciudad”.

Apuntó que el trabajo de los movimientos políticos debe hacer “que el joven no se sienta ajeno en la ciudad”. Peñafiel indicó que Construye ya viene trabajando en este aspecto. “Estamos construyendo la nueva política desde las bases, haciendo núcleos barriales, parroquiales, en sectores profesionales, con los jóvenes, desde la naturalidad y lo cotidiano”.

Política al servicio

La asambleísta por el Movimiento Revolución Ciudadana, Jahiren Noriega, es parte de la nueva generación de rostros políticos, para ella la política debe alejarse de las pugnas y ponerse al servicio del ciudadano.

“A nosotros, como jóvenes y como políticos, nos llena de esperanza que exista ahora mismo en la capital una nueva forma de hacer política y esa nueva forma implica poner la política al servicio de la gente”, apuntó.

Para Noriega es fundamental que la política sea de utilidad para la gente. “Si la política deja de ser útil, se vuelve un estorbo, que fue lo que pasó con la Asamblea pasada”.

Coincidió con Peñafiel en la necesidad de acercar la política a los ciudadanos, “debe ser una política donde la gente se sienta representada y sienta que sus necesidades y sus sueños son escuchados y canalizados”.

Agregó que es importante avanzar en una política que no sea “aburrida y alejada”, indicó que la política debe invitar a los quiteños y ecuatorianos a ser parte de ella.

Precisó que “un reto que tenemos las nuevas generaciones es precisamente convocarnos a la unidad, no como un cheque en blanco; sino más bien, la unidad sobre la base de acuerdos y consensos”.

 Identificar la esencia

El activista y analista Óscar Terán Terán indicó que la falta de liderazgo político en Quito es consecuencia de que los partidos políticos no aspiran a preparar verdaderos cuadros y que “lo único que les interesa es que el Tribunal Electoral les dé un reconocimiento como partidos y recibir el dinero de las campañas electorales”.

Para Terán, lo que vive el quiteño y la política nacional, “esto no es política, Quito está sufriendo, cada vez con mayor intensidad”.

Para el analista político lo importante en este momento “es identificar la esencia de la juventud, identificada la esencia, podemos ir encontrando cuáles son las teclas que hay que tocar para llegar a los jóvenes”.

Advirtió que, al contrario de lo que otros analistas consideran, en la política ecuatoriana sigue vigente el conflicto correísmo vs anticorreísmo, y “no es ajeno a los jóvenes, porque si los jóvenes estuvieran en ese plano ya no habría problemas”. (ILS)