La mesa quedó servida, imagen usada como metáfora de lo ocurrido en la segunda cumbre entre el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un y el presidente de EE.UU., Donald Trump, el pasado 27 de febrero, en Hanoi, Vietnam. Pero, hay que ver las cosas en perspectiva.
Durante la rueda de prensa Trump enfatizó que la reunión fue amistosa y que los diálogos continuarán. Dijo que Kim pidió levantar todas las sanciones económicas a cambio de desmantelar el centro nuclear de Yongbyon, siendo más de lo que EE.UU. podía ofrecer. Su versión es contradictoria con la de Corea del Norte, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Ri Yong-hong, señaló que Kim solo pedía un levantamiento parcial de las sanciones, pero que EE.UU. introdujo una condición a última hora, lo cual demostraba que no existía una verdadera intención de negociar en este momento.
No obstante Corea del Norte emitió por su cadena oficial de TV un documental donde habla de lo amistosa de la reunión, sin abordar los temas del desarme nuclear. Desde luego esto no es novedad en las formas del régimen norcoreano, que tiene un sistema de propaganda bien articulado que exalta hasta el hartazgo los supuestos méritos del gobernante de turno de la dinastía de los Kim. Es decir, culto a la personalidad.
Era obvio que ninguna de las partes iba a ceder en su totalidad, así que da lo mismo una u otra versión. Pero, que haya una segunda cumbre sin acuerdo definitivo no es sinónimo de fracaso, teniendo en cuenta la situación hace solo año y medio; y más, las casi 7 décadas de coacciones. Son ya dos cumbres y pienso que antes que concluya el año veremos una tercera.
Trump busca la reelección y Corea del Norte es su prioridad en política exterior. A Kim, por su parte, le urge recibir inversión extranjera, que haga superar la hambruna y carencias de más del 80% de personas en su reino ermitaño. La teatralidad es fundamental en política y dejar la mesa vacía resulta preocupante, lo cual, sin embargo, hará ver como un logro mucho mayor el que se llegue a una tercera cumbre con acuerdos.