Si todos los aludidos son inocentes, ¿quién bajo su sombra dio espacio a la corrupción? Si antes se la combatió, ¿por qué aflora como una enfermedad endémica? Ante este fenómeno el ciudadano se siente solo, abandonado, inseguro, desamparado, esquilmado. La Comisión Nacional Anticorrupción no se da por vencida: ayer pidió a la Fiscalía que se investigue el caso Caminosca, empresa consultora australiana contratista del Estado ecuatoriano.
Mentiras, chantajes, extorsiones y complicidades se hacen evidentes para no pocos de nuestros conciudadanos, pero no pocos de quienes tienen que actuar y sancionarlos parece que miran para otro lado. La Comisión, de conducta cívica intachable, quisiera con su actuación altruista contribuir a dejar atrás la desconfianza que se tiene del Estado, de los partidos políticos, de nuestros representados y de los jueces.
También de muchos empresarios, banqueros y de profesionales que están envueltos o propiciaron con su conocido “hacerse de la vista gorda” que cayéramos en el abismo de indecencia en el que hemos caído como sociedad. Todos estos estamentos están salpicados por la corrupción. También instituciones de larga data social como, por ejemplo, las iglesias.
A la Comisión se la ha acusado e insultado, pero no ceja en su objetivo de limpiar lo que haya que limpiar de corrupción en el país. La emprenden contra una corrupción no legalizada pero que en algunos casos actúa como si estuviera al amparo de quienes detentan (o detentaron en algún momento) el poder. No tienen miedo, su conducta debería servirnos de ejemplo a todos.
Frases
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza”.
Alfred Tennyson
Poeta inglés (1809-1892)
Mi querida más fiel fue la esperanza, que me suele engañar y no me deja”.
Ramón de Campoamor
Poeta español (1817-1901)