La nueva tecnología y los antiguos inventos

Hever Sánchez M

Entre los grandes avances de la ciencia, sin duda alguna, ha destacado la avalancha tecnológica de los últimos 30 ó 40 años. En todas las direcciones, se han dado saltos gigantescos en lo científico y tecnológico. La medicina ha revolucionado de una forma asombrosa. Hoy en día se practican operaciones incluso sin abrir la piel del paciente, se trasplantan casi todos los órganos del cuerpo humano. En la Arquitectura prácticamente no hay limitantes para edificar puentes gigantes sobre el mar o edificios inteligentes que desafían la fantasía de cualquier ser humano.

Por otro lado, el hombre ha llegado a explorar o como mínimo a divisar galaxias, asteroides y planetas ubicados a millones de años luz, se ha tomado muestras de la capa envolvente de Marte, se está explorando Júpiter. Los países más desarrollados mantienen estaciones espaciales a cientos de kilómetros de la tierra que son habitadas permanentemente. La industria genética por su parte ha revolucionado de una manera astronómica y alarmante; estamos al umbral de que el hombre, que según la Teoría Creacionista fue creado por Dios, estaría también en condiciones de crear vida, desafiando o suplantando al buen Creador.

Sin embargo e independientemente de todos los avances científicos, ya nadie habla de los grandes inventos que precedieron a los actuales; ya nadie habla de acontecimientos que transformaron radicalmente la historia de la humanidad. Por citar algunos, 3.500 antes de nuestra Era el hombre ideó la rueda y este fue el precedente de todos los demás acontecimientos que sistemáticamente fue creando para su adelanto y su comodidad. En orden de importancia, el último smartphone o los sofisticados microscopios utilizados en la ingeniería genética, no están ni de lejos a la par con la rueda. Desde los arados que en la antigüedad surcaban las parcelas en los inicios de la agricultura, hasta la transportación de las naves espaciales hasta sus bases de despegue, han sido posibles gracias a la rueda. Otros inventos como el papel, la luz eléctrica o la radio, superan en gran medida a los avances actuales. Cuando nos admiramos de la tecnología actual, pensemos también cuáles son sus precedentes y cuáles han aportado más en el desarrollo de la humanidad. (O)