Ibarra, la hora
A pesar que tenía prisa en arreglar su pequeño kiosko de madera doña Dolores Erazo, vendedora de hierbas medicinales hace 38 años, en el mercado Amazonas no vaciló en atendernos como si se fuéramos uno de sus clientes.
Con la amabilidad que le caracteriza, dio explicaciones de las bondades que tienen las “hierbitas”, que son adquiridas por el común de los mortales y hasta por los profesionales de la medicina occidental. Hay toda una gama para los gustos más difíciles y dolencias complicadas y eso lo conoce doña Lolita, a quien también la llaman la «doctorita».
Y es que ella no tiene reparos en recomendar tal o cual planta, cuando sus clientes, que son la razón de ser de su negocio, le cuentan que tienen tal dolencia.
Su jornada inicia a las 06h00 cuando acude al mercado Mayorista para comprar las hierbas a las vendedoras que llegan de Ambato. Otras, en cambio, son compradas a los campesinos que vienen desde las faldas del Imbabura.
Su tienda cuenta con un stock completo de plantas, similar a una farmacia, donde el paciente las adquiere para el dolor de estómago, cabeza, cuidado del cabello, limpieza del rostro, adelgazantes hasta pócimas para obtener la buena suerte y la fortuna.
Dolores heredó el negocio de su madre y desde ahí tuvo la iniciativa de formarse y capacitarse sobre el uso de las hierbas, que cada vez tienen más acogida entre los ibarreños.
Las recetas milenarias
Si el paciente pide para el alivio del hígado y los riñones, le entrega un paquete que consta de cola de caballo, cerote, calahuala, malba, llantén, linaza, boldo. Lo que más se vende es la receta para purgar a la mujer que da a luz y se llama las hierbas de purga, que está compuesta de platanillo, borraja, ataco, quinua de castilla, pimponal y la flor de amapola. Cada paquete cuesta 1 dólar, una ración más pequeña 25 centavos y si desea de 10 centavos también lo encuentra.
Los principales clientes de doña Lolita son los curanderos de Yahuarcocha, shamanes de Ilumán y la colectividad en general que le pone fe para sanarse.
Otras tres mujeres también se dedicaron a la venta de las plantas medicinales, que por la experiencia conocen los secretos que cada una de ellas esconden.
Según narra la historia, los indígenas empezaron a emplear las hierbas durante la época preincásica y en la colonia, donde empleaban para sanarse.
Pero esto fue rechazado en su momento, debido a que se le asociaba con la brujería. Sin embargo, con el tiempo esto ha cambiado y la gente cree en el poder que tienen las mismas.
Doña Dolores dijo que los médicos siempre le recomiendan tomarse tal medicina con agua de cualquier hierbita.
Los comerciantes también encontraron otra forma de presentar sus productos y ahora expenden las aguas frescas en carros ambulantes, las que tienen acogida.
Tomar conciencia
Hace algunos años, la Dirección Provincial de Salud de Imbabura creó el Departamento de Salud Indígena con el fin de reglamentar el uso ancestral de las hierbas medicinales, empleadas hace siglos por nuestros antepasados.
Mercedes Muenala, coordinadora del programa, dijo que las plantas existen desde el aparecimiento de la misma humanidad. Existen las que son comestibles y medicinales, que sirven para prevenir enfermedades.
Dijo que el uso se vuelve frecuente entre los galenos y se aplican en los establecimientos secundarios como experimento. Uno de ellos es el colegio Otavalo, donde pidieron capacitación para elaborar una pomada en base a las esencias naturales. De igual forma, hay aceptación en las universidades y en los hospitales, donde se capacita al personal de enfermería, para que conozcan con que tipo de agua medicinal puede darle la pastilla al paciente.
La coordinadora destacó la importancia del uso, pues las comunidades indígenas, al tener difícil acceso a la medicina occidental, curan sus enfermedades con las plantas.
Plantas medicinales
Las propiedades
Hay una gran variedad
Planta Dolencia
Manzanilla Alivia el dolor de estómago
Malba alta Desinflamación
Cola de Caballo Riñones
Platanillo para las manchas
Casa Marucha próstata
Mosquera Para los hongos
Garbanzo Varicela
Toronjil Los nervios
Romero Cabello
Ajenjo Artritis
frutipan Comienzo de la diabetes
La ruda Espanto y mal aire
Borraja La tos
La ruda Para evitar la mala energía
Seguidora Para la suerte
Sábila Para mejorar el cabello
Medicinales
Clasificación
Las plantas se clasifican en calientes como: aliso, chamanal, higo, eucalipto, ciprés, zanahoria amarilla. Las frescas como el llantén, taraxaco, linaza, alcumicuna, berros, atalpamicuna.
Cuando los pacientes presentan enfermedades por el calor, tendrán que recetar plantas frescas como la ortiga chilca negra y si son por el frío anís, aguacate y otras.
Características
Los actuales sistemas de cuidado de salud, incluyendo a la medicina y terapéutica moderna, se basan principalmente en compuestos provenientes de plantas y gran parte de la población mundial depende de la medicina tradicional para suplir los requerimientos de salud diarios, especialmente dentro de los países en vía de desarrollo.
El uso de medicamentos elaborados con plantas está muy difundido en varios países industrializados y numerosos fármacos tienen una base o son derivados de componentes de plantas. Así también los cosméticos y otros productos de uso en el hogar pueden contener plantas con valores medicinales o terapéuticos.
En Ecuador hay unas 500 especies de plantas medicinales conocidas, 125 de ellas ampliamente comercializadas y esto es solamente una fracción de la riqueza que se estima existe en el país.
Su uso y comercio es vasto: El 80% de la población ecuatoriana depende de la medicina tradicional y por consiguiente de las plantas o productos naturales, basados en estas para la salud y bienestar.
Aunque faltan cifras de las exportaciones (como también de las importaciones, sobre las que se realiza reexportaciones en frecuentes casos) por la informalidad de todo el comercio con las plantas medicinales y sus derivados, se estima que alguna demanda internacional es suplida por Ecuador.
Históricamente se conoce que Ecuador ha dado origen a uno de los medicamentos más importantes para la humanidad, a través de la Chinchona, cuyo compuesto, la Quinina, fue descubierto en el sigo XVII y utilizado para la cura del paludismo.