Los robos y asaltos en el Anillo Vial de Quevedo continúan

J. PRINCIPAL
SEÑALIZACIÓN. Conductores manifestaron que están cansados de la situación violenta que se registra en esta carretera.

Los reductores de velocidad instalados son aprovechados por los delincuentes.

Nuevas denuncias sobre asaltos y robos en el Anillo Vial de Quevedo salieron a la luz pública, la semana anterior.
Esto, luego de que varios conductores de vehículos de transporte pesado y cooperativas denunciaran que fueron víctimas de asaltos perpetrados por miembros de organizaciones delictivas.
Los incidentes se difundieron a través de las redes sociales por parte de las personas afectadas, las cuales expresaron su profunda preocupación sobre lo que parece ser un “paso hacia la muerte”, como han denominado a este trayecto.
A pesar de los esfuerzos de control por parte de la Policía (que se han llevado a cabo durante más de un año en la zona), la situación no ha experimentado mejoras sustanciales, y el Anillo Vial aún es blanco fácil para todo tipo de delitos.
Uno de los afectados, Carlos M., dijo que se vio forzado a reducir la velocidad en uno de los tramos de la carretera, debido a la presencia de reductores de velocidad y señalización, y por lo tanto, los delincuentes aprovecharon la situación.
Recordó que ingresaron violentamente al vehículo y lo obligaron a desviarse hacia un camino secundario de menor orden, donde despojaron a los pasajeros de sus pertenencias, llegando incluso a llevarse las encomiendas.
Enfatizó que los reductores de velocidad y la señalización (inicialmente diseñados para mejorar la seguridad vial) han tenido un efecto contrario. “La situación en el Anillo Vial de Quevedo plantea una seria preocupación en cuanto a la seguridad de quienes transitamos por esta ruta, y es necesario abordar de manera efectiva este problema para proteger a los conductores y pasajeros de futuros incidentes”, refirió.

Retiro

Richard Vaca, comandante de la Policía Zona 5 Especial, hizo un llamado a las autoridades responsables y cuestionó la instalación de dos reductores de velocidad en un punto crítico de la vía, donde no hay señal de comunicación adecuada.
Explicó que esta medida obliga a los vehículos, incluyendo el transporte público e interprovincial, a reducir su velocidad de manera significativa. El uniformado expresó que en lugar de la instalación de radares, lo que se necesita de manera urgente en ese tramo de 23 kilómetros es una mayor iluminación. Patricio Gaybor, jefe de la Policía Judicial de Quevedo, dijo que si bien se han implementado patrullajes y controles, estos esfuerzos se ven limitados debido a la astucia de los delincuentes, que incluso realizan contra-inteligencia para aprovechar los momentos en que los uniformados se trasladan de un lugar a otro o durante los cambios de turno de la Policía. (LL)