Cómo proteger a sus hijos de la gripe: Lo que debe saber

gripe en los niños| Diario La Hora
Protéjase de la gripe cuidando su sistema inmonológico.

La gripe puede ser peligrosa para los niños, especialmente los bebés y los niños pequeños. Los virus de la gripe infectan las vías respiratorias y provocan fiebre, tos y estornudos. Estos síntomas son similares entre los niños y los adultos.

De hecho, la gripe puede propagarse rápidamente de persona a persona. Los niños menores de 5 años corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones por la gripe, ya que son más propensos a sufrir casos graves y tienen unas vías respiratorias más pequeñas que tienden a obstruirse con facilidad. La mejor manera de proteger a su hijo de la gripe es vacunarlo lo antes posible. Esto es lo que debe saber para proteger a su hijo de la gripe:

Vacunar a su hijo

Las vacunas pueden salvar vidas. La mejor manera de protegerse a sí mismo y a su familia es vacunarse, especialmente si está embarazada o prevé contraer la gripe. Para estar seguro, su hijo también debería vacunarse
contra la gripe.

Los niños son más vulnerables a la gripe que los adultos porque tienen las vías respiratorias más pequeñas y necesitan menos calorías para mantenerse calientes. También son más propensos a sufrir complicaciones graves a causa de la gripe. El mejor momento para vacunar a su hijo es durante la mitad de la temporada de gripe, de septiembre a febrero.

Durante esta época, el virus cambia y circula con más frecuencia. También es cuando los niños tienen más riesgo de sufrir complicaciones por la gripe. Hay varias vacunas contra la gripe, que su médico puede ayudarle a elegir. La mejor vacuna para su hijo depende de factores como la edad, el estado de salud y las recomendaciones de vacunación actuales.

Su médico también puede hablar de las formas de mejorar las tasas de vacunación en su comunidad. Esto incluye la promoción de la vacunación en las visitas al médico, en las escuelas y en los centros de salud.

Tapar la tos y los estornudos

Al toser o estornudar, se extienden gotas de mucosidad infectada que pueden contagiar a otros. Para proteger a los demás, cúbrase la boca con un pañuelo de papel, tosa en el codo o utilice la manga. También puede utilizar un pañuelo para cubrirse la nariz y la boca cuando no esté tosiendo o estornudando. Tanto si tose como si estornuda, debe intentar tener las manos cubiertas. Así evitarás que los demás se contagien de gérmenes. También debes cubrirte los pies cuando no los uses para evitar que los gérmenes se propaguen por el suelo.

Quédate en casa cuando estés enfermo

Si estás enfermo, quédate en casa. Llame a su médico si tiene fiebre alta, tos persistente u otros síntomas que no mejoren después de 24 horas. No vuelvas a la escuela o a la guardería hasta que tu médico te dé el visto bueno.

Volver a la escuela demasiado pronto después de haber contraído la gripe puede hacer que se enferme más y que sus compañeros corran el riesgo de sufrir complicaciones por la gripe. Además, los niños que están enfermos son más propensos a contagiar la gripe a los demás y son menos capaces de protegerse de los virus de la gripe.

El médico también puede recomendar medicamentos que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la gripe. Entre ellos se encuentran los antiinflamatorios, los descongestionantes o los antihistamínicos.

Proteger las manos, la cara y otros tejidos del cuerpo

Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón o utilice un desinfectante de manos a base de alcohol. Esto le ayudará a evitar la transmisión del virus de la gripe. También puede utilizar un limpiador de manos antibacteriano para eliminar los gérmenes en la superficies de difícil acceso. Utilice pañuelos de papel para cubrir la tos y los estornudos y para proteger sus manos, cara y otros tejidos corporales cuando no los esté utilizando.

Tenga a mano pañuelos de papel y desinfectante de manos para poder cubrirse la boca cuando no esté tosiendo o estornudando y cuando no esté utilizando las manos. Si está vomitando, evite tocarse la cara, la nariz o la boca hasta que se haya lavado bien las manos.

Limpie las superficies de uso frecuente

Limpie las superficies como las mesas de café, los mostradores de la cocina y los teclados del ordenador con un limpiador a base de lejía o un limpiador antibacteriano. No utilice limpiadores que contengan alcohol, ya que pueden resecar sus manos, lo que puede dificultar que se cubran con pañuelos de papel cuando no los esté utilizando.

Si está enfermo, límpiese con frecuencia para no contagiar los gérmenes a los demás. Asimismo, límpiese con frecuencia si está cuidando a un enfermo, ya que éste puede tener infecciones más difíciles de controlar.

Utilice desinfectante de manos a base de alcohol.

Los desinfectantes de manos funcionan bien cuando no tienes tiempo para desinfectar con lejía o cuando estás cuidando a alguien que está enfermo. Siga siempre las instrucciones del envase y utilice un desinfectante que tenga entre un 60 y un 70 por ciento de etanol. No utilices desinfectantes sin alcohol, ya que pueden ser menos eficaces y pueden resecar tus manos, lo que puede dificultar que te cubras las manos con pañuelos de papel cuando no los estés utilizando. (DLH)