Ebanista con más de 20 años de experiencia laboral, vive sus peores momentos.
QUEVEDO. Hace 24 días el ebanista Antonio Muñoz realizaba trabajos de corte de madera, para darle forma a sus majestuosas creaciones, pero un minuto de descuido le cambió la vida.
Aquel fático día, todo transcurría con normalidad, cuando fue hasta su mesa donde tiene ubicada su sierra de corte, allí manipulaba un trozo de madera, pero, al terminar su objetivo la madera saltó, y los dedos de la mano derecha terminaron directo en la cuchilla.
Del susto, se alejó de la mesa de trabajo e inmediatamente llamó a su esposa, para que lo auxiliara. En medio de la desesperación fue hasta una casa de salud, donde trataron de salvarle los dedos: anular, medio y el índice, pero ya era tarde. El dedo medio le quedó cortado a la mitad y los otros dos perdieron parte de sus huesos.
“Buscamos la parte del dedo medio en el taller, pero no logramos encontrarlo. No sabemos qué se hizo”, contó el hombre quien por ahora no puede continuar con sus labores debido a que está incapacitado.
A pesar de este hecho, Antonio cuenta que agradece a Dios, porque la herida pudo haber sido mucho más grave e incluso pudo haber perdido la mano completa. (MZA)