Por: María Rosa Vélez Burneo, médico familiar/ paliativista.
La Dra. María Vélez Burneo, médico familiar y paliativista, analiza en profundidad el Síndrome Post Aborto y las impactantes repercusiones médicas y psicológicas que lo acompañan.
‘Aborto’ proviene raíz latina Aboriri- Aborior (fracasar o morir) significando aquello una interrupción prematura del desarrollo y expulsión del producto de la concepción del útero, o expulsión de un embrión o feto cuando aún no es viable (capaz de vivir fuera del útero), lo que en definitiva significa muerte antes del nacimiento.
Aborto Inducido
Es cuando una madre se somete a prácticas abortivas que estimulan la pérdida del feto en cualquiera de los estadios gestacionales.
El aborto no es una cuestión trivial, no es una realidad aislada, hermética y sin consecuencias, sino un acontecimiento traumático y estresante que deja cicatrices visibles en quién lo practica. Cicatrices que han sido agrupadas bajo la etiqueta diagnóstica de ‘Síndrome post aborto’ para hacer referencia a una gran variedad de síntomas y trastornos psicopatológicos, de diversa naturaleza y manifestación, que emergen con diferentes intensidades y variada temporalidad, término establecido en el año 1981 por el psicoterapeuta, activista provida y cofundador del Instituto de Investigaciones para la Recuperación Post Aborto, Jacksonville, síndrome que se asemeja al estrés post traumático (re-experimentación, alteración cognitiva, embotamiento emocional, abuso de sustancias, conductas de evitamiento y falta de control de la ira).
Sea como sea, las mujeres exteriorizan la experiencia vivida, con síntomas tan diversos como tristeza, insomnio, evitación, hostilidad ante el recuerdo, crisis de llanto, indiferencia fingida, pesadillas, desmotivación, el activismo, la ansiedad, baja autoestima, etc.
El SPA se trata, en definitiva, de una alteración grave y silente que a menudo evoluciona a enfermedad crónica y que puede enmascararse tras diversas alteraciones psicosomáticas, conductuales o mentales. En los últimos años las interrupciones voluntarias del embarazo han mostrado una tendencia ascendente. El 32.6 % de mujeres Ecuatorianas han experimentado algún tipo de aborto. Este indicador convierte al país en el primero con más abortos, entre 11 países de Latinoamérica. (INEC).
El aborto es un tema muy sensible y de gran complejidad legal, política y social, dejando al descubierto los fundamentos éticos y filosóficos de una sociedad, el estatus que cobra la vida y la dignidad del ser humano. Las posturas utilitaristas y feministas consideran el aborto como un derecho de la mujer amparado por los convenios internacionales de derechos humanos de Naciones Unidas, llegándose incluso a negar evidencias como el síndrome post aborto. Se trata, en definitiva, de una especie de hipocresía consensuada que ignora las consecuencias del aborto en lo que parece una defensa ideológica del aborto que desvirtúa, e incluso niega, el estatus ético del problema convirtiéndolo incluso en derecho.
Los testimonios hablan de mujeres que se aferran a argumentos utilitaristas o feministas para autojustificar la decisión de abortar.
Hablan de un sistema, en cierta medida, mercantilista que no parece tener una intencionalidad real de dar verdaderas opciones de vida.
Muestra una experiencia que lejos de vivirse como un acto de libertad femenino se vive de manera traumática, desarrollándose toda una cascada sintomática fruto del sentimiento de pérdida.
En este contexto, el recurso espiritual se torna en la mejor herramienta para expiar la culpa.
La experiencia de abortar no mejora la vida de las mujeres, muy lejos de ello supone un trauma difícil de olvidar que puede ser evitado con un asesoramiento adecuado que no acerque a las madres a la tragedia del aborto.
- Manifestaciones somáticas
- Manifestaciones psicológicas
- Anorexia y pérdida de peso, culpa y tristeza
- Bulimi, enojo y hostilidad
- Náuseas y vómitos
- Desesperación y pesimismo
- Dolor abdominal y sensación de vacío
- Ensoñaciones diurnas y nocturnas
- Palpitaciones
- Pesadillas y nostalgia
- Sensación de opresión torácica
- Disminución del deseo sexual
- Cefaleas Llanto/
- Insomnio e hipersomnia
- Tics (enfermedad de Brisaud)
- Pérdida de concentración y motivación
- Pérdida de fuerza Promiscuidad
El Aborto daña física y psicológicamente a la mujer y hasta puede acarrearle la muerte. Frecuentemente se proclama la mentira de que el aborto legal es ‘médicamente seguro’, y de que es necesario legalizarlo o despenalizarlo debido a la gran cantidad de muertes maternas causadas por el aborto ilegal.