A través de la enseñanza, fomenta el cumplimiento de los valores y el desarrollo de buenas prácticas humanas.
‘Cultivar la caridad en bien de la solidaridad’, es la frase que identifica a Natalio de Jesús Bravo Yanangómez, docente con más de 20 años de trayectoria. Nació hace 45 años en la parroquia Orianga (cantón Paltas), lugar al que le guarda infinito aprecio. Actualmente, labora en la Unidad Educativa Fiscomisional ‘Daniel Álvarez Burneo’ y es docente invitado en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).
La solidaridad es el valor que lo define a la perfección. Por más de 22 años se ha dedicado a ayudar al prójimo, a fin de promover una sociedad más justa y equitativa. Para Natalio, la solidaridad es un don fundamental que caracteriza a todos los seres humanos, especialmente en momentos de necesidad.
¿Qué significa la docencia para usted?
Es una vocación de servicio a la educación integral, lo que implica compartir todas las dimensiones del ser humano. Mediante esta profesión les enseñamos a los jóvenes el cumplimiento de los valores, lo que va de la mano de una correcta formación académica.
Las experiencias vividas me motivaron a ser docente, y me siento orgulloso de desempeñar este importante rol. Aspiro continuar por este camino y seguir ayudando a quienes lo necesiten.
¿En qué proyectos ha trabajado?
Se ha trabajado en muchos proyectos dentro y fuera de la Institución, sobre todo en los últimos años. He estado como coordinador del equipo de gestión de solidaridad en la Unidad Educativa Fiscomisional ‘Daniel Álvarez Burneo’. Con el apoyo incondicional de la comunidad de los Hermanos Maristas se ha trabajado en diversas iniciativas, por ejemplo: Manitas solidarias, Corazón solidario, Maristas solidarios, Orianga solidario, Pequeñas acciones solidarias con estudiantes, etc. Actualmente, se tiene el proyecto Almuerzo Solidario que desde el 2013 se lleva a cabo en la parroquia Santa Narcisa de Jesús de la ciudadela Víctor Emilio Valdivieso (Tierras Coloradas), todo coordinado con los Párrocos.
¿Por qué decidió fortalecer su solidaridad?
En realidad, cuando uno se vive la necesidad, sabe lo que otro siente. Pertenezco a una familia humilde, por lo que las hermanitas de la comunidad ‘Misioneras Sociales’ de la Iglesia, siempre llevaban ayuda a mi comunidad, y es así como desperté mi vocación de servicio.
Posteriormente, la Confederación de Establecimientos Católicos del Ecuador (Confedec) me entregó un reconocimiento, como muestra del esfuerzo y dedicación que deposito en la educación de los niños y jóvenes.
¿Eligió la educación para realizar solidaridad?
Efectivamente, ya que mi vocación de maestro me ha permitido motivar y capacitar a los estudiantes, docentes y padres de familia sobre las necesidades de las personas más pobres.
Comencé en Misiones por Semana Santa (1996-2001); luego, en la Unidad Educativa ‘La Dolorosa’ (2002); Unidad Educativa ‘San Francisco de Asís’ (2003-2007), en mi parroquia Orianga (2007); Unidad Educativa ‘Calazans’ (2008); Unidad Educativa ‘Mater Dei’ (2009-2011), Unidad Educativa ‘Hno. Ángel Pastrana’ (2009-2011); y Unidad Educativa ‘Daniel Álvarez Burneo’ (2012-2022).
¿Cómo describiría la situación en la que viven las personas cuando se ayuda?
Es una situación de pobreza, no solo pobreza material, sino también pobreza espiritual y de pensamiento. Por ello, siempre promovemos la solidaridad integral y transformacional, es decir, que cada persona sea solidaria desde la función que desempeñe.
Personalmente, lo que más me llama la atención dentro de las actividades solidarias es el cariño, los valores y la lucha que se observa en las personas humildes, quienes acogen la ayuda con gran amor y respeto, además, son gratas con Dios y la vida.
¿Cuáles cree que son las principales carencias cotidianas?
En realidad, nos encontramos con diferentes tipos de necesidades, ya sea de alimentación, agua potable, vivienda, educación básica y superior, incluso, muchas personas sufren por la falta de empleo, etc.
¿Su invitación a la comunidad lojana?
Les invito a ser solidarios en casa. El desarrollo de este valor empieza desde el núcleo familiar, para luego expresarlo a la sociedad.
Frente a tantas necesidades que enfrentan los sectores, sobre todo periféricos de nuestra Loja querida, les invito primero a las instituciones educativas a que conviertan la solidaridad en una política institucional, es decir, que la integren en el Proyecto Educativo Institucional (PEI). Asimismo, invito a las entidades públicas a que sean partícipes de una solidaridad permanente y verdadera.
TOME NOTA
En Semana Santa, Natalio visitaba parroquias de misión en la provincia de Loja.
EL DATO
A sus 22 años inició con el aporte solidario.
EXTRACTO
“La educación ha cambiado en las últimas décadas, por ello, como docentes debemos estar en constante capacitación” – Natalio Bravo