Informales y limpiaparabrisas en aumento en Loja

Los semáforos de Loja llenos de vendedores ambulantes
CRISIS. Decenas de familias trabajan informalmente en los semáforos de Loja.

Los semáforos de la ciudad están llenos de vendedores ambulantes. Autoridades realizan controles.

La presencia de vendedores ambulantes en las calles y principalmente en los semáforos, cada vez toma fuerza, al igual que personas dedicadas a la exhibición de malabares y limpieza de parabrisas, quienes aprovechan el rojo para realizar sus actividades diarias. La mayoría de estas personas no son de la ciudad, ni provincia, sino de la costa y de los países de Colombia y Venezuela.

Esta problemática se incrementó más en la pandemia del Covid-19. Ahora en cada semáforo existe una persona que realiza comercio ambulante que ofrece: galletas, chicles, mandarinas, franelas y kits de limpieza; otras trabajan en la limpieza de parabrisas. Esto es común en la Avenida Universitaria e Imbabura; Avenida Manuel Agustín Aguirre e Imbabura; Manuel Agustín Aguirre y Colón; Avenida Universitaria a la altura del hospital Isidro Ayora; Puente de Lea, y cerca del colegio Daniel Álvarez Burneo.

A ello se suman otros sitios como: sector El Mayorista; semáforo de El Valle; sector Las Pitas, entre otros. Aquí familias enteras, principalmente extranjeros, piden ayuda a los conductores, algunos ofertan chicles y unas pocas mandarinas para llevar el pan a casa. “Somos familias de bajos recursos, no somos ecuatorianos, pedimos para el almuerzo o cena, porque desayuno a veces no comemos, solo pedimos una moneda nada más”, expresó James Segovia, padre de familia de Venezuela.

De forma diaria estas familias consiguen entre 8 y 10 dólares de ganancia, sumado a propinas que dejan los clientes. “Lo único que tenemos es para comer, el hospedaje en ocasiones nos quedamos donde avancemos a llegar, sea en aceras, puentes o casas antiguas abandonadas. No venimos a robar, solo a pedir una moneda para comer”, contó.

En el semáforo del sector El Valle, en cambio, hay familias enteras con niños, adultos que venden productos y otros se dedican a la limpieza de parabrisas de vehículos. “Nosotros vivimos en la zozobra, primero por la inseguridad, porque no son gente conocida y segundo por el foco de contagio, considerando que no usan mascarilla y manipulan los productos que la gente solidaria compra al verlos en los semáforos”, comentó Alicia Rodríguez, habitante de la parroquia El Valle.

Fabián López, director de Seguridad Ciudadana y Control Público del Municipio de Loja, manifestó que la problemática de las ventas ambulantes en espacios públicos no solo es en Loja, sino a nivel nacional, sin embargo, se han tomado los correctivos y se ha procedido a retirarlos del lugar. “Hay madres con niños en brazos, otros que se dedican a la venta y es imposible de aislarlos, porque enseguida regresan y siguen con sus ventas en las vías”, relató.

La solución para López sería trabajar de manera articulada, entre Policía Nacional, Intendencia, Policía de Migración para que controlen, porque no son personas de Loja, sino de otras ciudades e incluso extranjeros de Colombia y Venezuela. “Antes habían personas dedicadas a la actividad, pero ahora, por la pandemia, se duplicó y son ciudadanos que en el día trabajan y en la noche se van a pernoctar en portales, puentes, pasos peatonales, entre otros lugares, donde construyen covachas para vivir, por lo que es complejo controlar con una sola institución”, finalizó.

EL DATO
Se estima que habría más de 100 personas que trabajan en semáforos en diferentes actividades en Loja.

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