El Festival Internacional de Artes Vivas de Loja (FIAV-L), inició en esta ciudad, en noviembre de 2016 y desde el 2018 se institucionalizó en Loja mediante Decreto de la Asamblea Nacional, el cual determina su realización permanente en el mes de noviembre de cada año y su presupuesto esté contemplado en el presupuesto anual del Ministerio de Cultura y Patrimonio, y del Municipio de Loja, pero en los últimos años, su realización ha tomado menor importancia por la falta de control y coordinación interna.
Festival
En el 2022 el festival fue bastante criticado por la ciudadanía, por la presencia masiva de comerciantes y vendedores de todo tipo de artículos que se apostaron en la calle Bolívar y a lo largo de la “H” cultural. A pesar que los eventos en teatros y otros espacios han sido gratuitos en los últimos años, la asistencia de gente ha ido disminuyendo y algunos incluso lo compararon como una feria libre más que se extiende por varios días en la ciudad.
Santiago Carpio, gestor cultural de Loja, manifestó que este año aunque no sea parte de la organización, sí se observa el interés de las autoridades en la programación. El trabajo de la Mesa Técnica del Festival se verá reflejado en su desarrolló. La gente debe saber que es un festival en desarrollo, recién va a su octava edición, necesita tomar forma y en este tiempo siempre habrá errores y temas que superar, pero se requerirá de tiempo y poco a poco irá evolucionando.
“El festival sigue creciendo, continúa tomando forma y cada año es propicio para ir corrigiendo errores. Las artes escénicas y vivas pueden combinarse con otras activaciones pero siempre manteniendo el orden y una buen organización”, dijo. La calle Bolívar, frente a la informalidad de las ventas ambulantes, destacó que siempre debe ser el emblema del festival hablando artísticamente y no puede permitirse otra actividad que no sea arte. En la ciudad el circuito de la cultura en las calles (Bolivar-Rocafuerte-10 de Agosto y 24 de Mayo) fue creado solo para las artes vivas.
Volver al objetivo
Para Luis Cosíos, exdirector de Cultura del Municipio de Loja, el festival arrancó en la presidencia de Rafael Correa y en la alcaldía de José Castillo hace ocho años atrás, como un polo de desarrollo para empezar a desconcentrar la administración pública y la actividad cultural a nivel del país. Nació con la idea de que participen todos los artistas y cada año vaya creciendo, pero lamentablemente hasta las tres primeras ediciones fue un éxito, pero desde el 2019 hasta la fecha han sido una decepción.
A lo largo de este tiempo se ha mercantilizado las calles donde funcionaba la “H” cultural y donde todos los artistas solo mostraban su arte y cultura, y no como ahora que venden chifles, caramelos, aguas, helados y otros artículos. “Habido falta de interés de los grupos que hacen turismo, ecoturismo y cultura, por lo que se ha visto que ha ido disminuyendo su interés, ante la falta de posibilidades para seguir. No ha habido curaduría para artistas, beneficios para los gestores, por lo que las nuevas autoridades para volver a tener un buen festival deberán volver a ver sus orígenes y objetivos, ya que nació para masificar la cultura y no para tener ambulantes”, reveló.
EL DATO
Si no toman las riendas del Festival podría desaparecer según experto en cultura. La preparación del programa debe ser en Loja y no en Quito.