Tanto provincialmente como en cada uno de los cantones, las autoridades civiles, militares y policiales mantienen constantes reuniones para evaluar la situación y desplegar acciones.
Redacción IMBABURA
Los últimos acontecimientos suscitados en diferentes zonas del país mantienen en alerta a las autoridades civiles, policiales y militares en la provincia de Imbabura.
A pesar de que resaltan que no han existido mayores novedades como en otras regiones del país, tanto en los seis cantones que conforman Imbabura, como a escala provincial, se han organizado reuniones constantes en los Consejos de Seguridad, donde se analiza la situación en cada sitio y se deciden las acciones a ejecutar.
Patricio Cervantes, gobernador de Imbabura, expuso que las instituciones competentes están articuladas en la provincia para desplegar sus operaciones ante cualquier alerta y dentro de operativos previamente planificados.
“Hicimos un recorrido por toda la provincia, especialmente por hospitales, terminales terrestres, sectores comerciales, distribuidoras de gasolina, donde realmente vemos que Imbabura tiene calma”, afirmó.
Desinformación y alertas falsas
Según Cervantes, el 9 de enero de 2024 se vivieron momentos de zozobra ciudadana en diferentes puntos, especialmente en Ibarra, lo que hizo que los locales cierren temprano y se formen filas en las gasolineras, pero acusó de esta situación a la difusión de información falsa, resaltando que ninguna de las alertas, como saqueos o balaceras, fue verdadera.
Diego Vega, comandante del Ejército en Imbabura, agregó que lo vivido en la provincia en las últimas horas tuvo a la desinformación como una de sus estrategias, por lo que pidió a la ciudadanía informarse a través de canales oficiales.
“El componente que se utiliza actualmente en estos conflictos, donde está la digitalización de la información, las redes sociales y la información en general, es el que apreciaron desde ayer (9 de enero), con una parálisis estratégica de la sociedad, en donde el temor incidió en los ciudadanos, pero es ahí cuando reaccionamos también a las alertas recibidas con Policía Nacional y Fuerzas Armadas, para tener presencia en los seis cantones”, explicó.
Refuerzo de seguridad
Armando Padilla, jefe policial del Distrito Ciudad Blanca, dijo que se reforzaron sectores vulnerables identificados previamente, a través de tareas de sondeo de delitos, a donde los uniformados acuden preparados para enfrentar cualquier situación.
“Cuando las unidades policiales tienen que acudir a los auxilios, se ha dispuesto que acudan entre dos unidades. Y las unidades motorizadas estamos agrupándolos entre tres o cuatro para que puedan intervenir”, comentó.
Entre los sitios en los que se reforzó la seguridad, con policías y militares, se detalló el Centro de Privación de Libertad ubicado en Ibarra, el centro de la ciudad, entidades bancarias, edificios gubernamentales, de servicios básicos, entre otros.
“Estamos actuando inmediatamente en los eventos delictuales que se están registrando. Tenemos los insumos, el personal capacitado, que sigue recabando la información para poder nosotros intervenir cuando sea propicio, para no permitir que estas organizaciones terroristas puedan intervenir contra nuestra ciudadanía, autoridades o servidores policiales”, señaló Padilla.
Autoridades provinciales plantean cuatro estrategias
Una de las primeras acciones en territorio imbabureño tras desatarse la ola de violencia en el Ecuador fue una reunión entre las autoridades de la Gobernación, Ejército, Policía Nacional y seis alcaldías, junto a la Prefectura y la asambleísta Pamela Aguirre. En ese encuentro se planteó la necesidad de trabajar en forma conjunta, a fin de enfrentar de manera efectiva el problema de la inseguridad.
“Para nadie es desconocido la grave situación del Ecuador. Los indicadores de inseguridad se han incrementado, sin embargo, Imbabura está bajo el promedio nacional del número de homicidios por cada 100 mil habitantes. Sostener este indicador es un desafío y, mejor aún, disminuirlo es un reto para todos, que se puede lograr si seguimos trabajando en forma unida, sin tomar en cuenta afinidad política”, señaló el prefecto Richard Calderón.
Indicó que, entre las acciones para enfrentar la inseguridad en la provincia se plantean cuatro tareas urgentes: la militarización de 40 estaciones de combustible, plantas de potabilización de agua, de energía y hospitales; control absoluto de la cárcel de Ibarra y todo su perímetro con la presencia de militares; control policial y militar permanente en los puntos de acceso a Imbabura; y, despliegue de los cuerpos de apoyo, agentes civiles de tránsito, agentes de control y bomberos.
Ataque a UPC y captura de integrante de los Lobos
Ricardo Manitio, comandante de Policía en Imbabura, detalló que entre las novedades reportadas en la provincia está el ataque a una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Ibarra, entre la madrugada del 10 de enero, con explosivos de bajo alcance, sin reportar uniformados afectados.
Tras lo sucedido, Policía y Ejército coordinaron operaciones conjuntas, que terminaron con un allanamiento en el barrio Alpachaca, donde capturaron a un presunto integrante de la banda los Lobos.
En su poder tenía armas, municiones y explosivos que, según la Policía, se iban a usar para ocasionar atentados en Imbabura.
“En Imbabura hay una relativa seguridad, una relativa paz, en comparación al resto del territorio nacional”.
Diego Vega, comandante del Ejército en Imbabura.
“Estamos reforzando las entidades públicas y los sectores de mayor incidencia delictiva, así como también donde se ha identificado los sectores que pueden ser de mayor vulnerabilidad”.
Armando Padilla, jefe de la Policía en Ibarra
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